Los cadáveres de 14 hombres, secuestrados previamente este jueves por unos insurgentes vestidos con uniformes del ejército, fueron hallados en un huerto en el norte de Bagdad, dijeron responsables de seguridad.

Las víctimas, que habían sido secuestradas en sus domicilios de la localidad de Mishahda, tenían impactos de bala en la cabeza y el pecho, precisaron las fuentes, bajo condición de anonimato.

Entre ellos había al menos cinco miembros de una misma familia.

Estos asesinatos se producen en momentos en que Irak encadena varios meses de aumento de la violencia, lo que ha motivado el temor de una vuelta a los niveles de los años 2006-2007, cuando el conflicto interconfesional entre sunitas y chiitas dejó decenas de miles de muertos.

En esos sangrientos años, las milicias sunitas y chiitas llevaban a cabo regularmente secuestros y asesinatos como acto de venganza.

Desde el inicio del año, la violencia ha dejado unos 500 muertos en todo el país, según un recuento de la AFP basado en fuentes médicas y oficiales.