La policía encontró armas en la residencia del embajador palestino en Praga, Jamal al Jamal, muerto el miércoles en una explosión, anunció el jueves el jefe de la policía, Martin Vondrasek, a la radio pública.

“No puedo decir precisamente qué tipo de armas encontramos. Nosotros podemos decir que no fueron registradas en la República Checa”, agregó.

“La explosión fue consecuencia de la manipulación inexperta de un explosivo”, añadió, descartando la tesis de un ataque terrorista.

El popular semanario Respekt afirmó, citando fuentes policiales no identificadas este jueves en su edición en línea, que el embajador Al Jamal probablemente manipuló de manera inadecuada una bomba oculta en la caja fuerte de su residencia.

También señaló que la policía había encontrado en el apartamento armas automáticas y otras, suficientes para pertrechar a unos diez hombres para combate.

Al Jamal, de 56 años de edad, nacido en Beirut en 1957, ocupaba el cargo de embajador de la Autoridad Palestina sólo desde octubre pasado. Como consecuencia de la explosión sufrió lesiones mortales en la cabeza, en el pecho y en el estómago.

Su esposa, de 52 años, fue internada y tratada en un hospital por inhalación de humo, pero el miércoles recibió el alta médica.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores palestino, Riyad al Malki, declaró este jueves que la explosión fue fruto de “un accidente de trabajo”.

“La caja de seguridad era vieja, y estaba concebida de tal manera que, si se abría de manera incorrecta, un artefacto explosivo conectado a su portezuela haría explosión, y fue lo que ocurrió”, explicó.

“El embajador Al Jamal abrió la caja fuerte sin consultar previamente con nadie, el dispositivo se activó y la caja fuerte explotó”, señaló el responsable de la diplomacia este jueves a la radio Voz de Palestina.

Sin embargo, el portavoz de la embajada palestina en Praga, Nabil al Fahel dijo a la AFP que la caja fuerte era utilizada casi a diario. Y “de acuerdo a la información que disponíamos no existía ningún sistema anti-robo integrado”.

Además, agregó que la embajada se encontraba en plena mudanza a sus nuevas instalaciones.

Un equipo técnico palestino especializado se encuentra en Praga para ayudar a investigar la muerte de Jamal, miembro del partido de gobierno Fatah, quien antes se desempeñó como diplomático en Bulgaria y Egipto, así como en la ex Checoslovaquia aún en la era comunista.

República Checa es un firme aliado de Israel, aunque Praga es sede de una misión diplomática de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) desde 1981, cuando era capital de Checoslovaquia.

Esta misión se convirtió en embajada en 1988, pero en noviembre de 2012 República Checa fue uno de los nueve países que votaron en contra en la Asamblea General de la ONU para modificar el estatuto palestino y llevarlo al rango de Estado no miembro observador.

Cuando Jamal comenzó su misión en octubre, le solicitó al presidente Milos Zeman que diera marcha atrás en su intención de trasladar la embajada checa en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.

La explosión en la embajada tuvo lugar la víspera del comienzo de una nueva visita a Israel y los territorios palestinos del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, para intentar hacer avanzar las conversaciones de paz en Oriente Medio.

Para los checos aún quedan cosas en el aire respecto a esta explosión.

“La administración palestina debería explicar muchas dudas relacionadas con la explosión”, dijo a la AFP el experto en seguridad Andor Sandor, exjefe de la inteligencia militar checa.

“En primer lugar, ¿por qué se violan las normas fijadas por la Convención de Viena para las relaciones y las actividades diplomáticas, en segundo lugar, ¿por qué se está abusando de la inmunidad diplomática para realizar actividades ‘ilegales’”, opinó el experto.

“Otra cuestión es saber si cuentan con más cajas fuertes de este tipo en sus casas en territorio checo, y quién instala dichos sistemas”, añadió Sandor, quien cree “poco probable” la tesis de un atentado.

Una portavoz policial local señaló, por su parte, que “no es normal tener un arsenal en un apartamento”, refiriéndose a las armas encontradas en la jornada.