El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se mostró confiando en terminar el año con un incremento global cercano a lo proyectado por el Banco Central. Esto, ya que la actividad económica registró durante octubre, su peor crecimiento desde julio de 2011, expandiéndose sólo un 2,8%.

Inferior a lo estimado por el mercado se ubicó el Imacec (Indicador Mensual de Actividad Económica), de octubre, que creció sólo en 2,8 puntos porcentuales respecto de igual mes del año anterior.

Los expertos esperaban un 4% de expansión para octubre, el que tuvo la misma cantidad de días hábiles que en 2012.

Según el Banco Central, la caída de la industria manufacturera y el bajo desempeño del comercio mayorista, además del transporte, incidieron en este Imacec, el más bajo desde julio de 2011, cuando la actividad creció un 2,4%.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se mostró optimista en que noviembre y diciembre exhibirán mejores resultados, para terminar 2013 con un crecimiento económico cercano al 4,3% que, hasta este mes, acumula la actividad.

Aludiendo a la propuesta de reforma tributaria de la candidata presidencial de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, el ministro Larraín llamó a cuidar la inversión.

Larraín ha cuestionado, reiteradamente, la posible eliminación del Fondo de Utilidades Tributables, FUT, y el aumento del impuesto a las empresas.

Sin embargo, el economista Andrés Solimano, aseguró que la estructura impositiva no es el factor determinante de la inversión.

La diferencia, en millones de dólares, entre el 5,6% de expansión de 2012 y el 4,2 augurado por el instituto emisor, es significante.

¿Cómo afectaría un menor crecimiento de esta envergadura? Gabriela Clivio, gerenta de Estrategia de VanTurst Capital, entregó su apreciación.

Acompañado de un decrecimiento en la creación de empleos, otra consecuencia de la menor expansión económica, sería un menor aumento de los salarios reales.