Al menos 44 personas murieron en la explosión el viernes de un oleoducto en el este de China, según un nuevo balance publicado el sábado por las autoridades locales.

La detonación, que tuvo lugar en el puerto de Qingdao, en la provincia de Shandong, fue muy potente y la onda que le siguió volcó varios coches y dañó algunas carreteras, según fotografías difundidas en internet.

El primer balance de víctimas del viernes fue de 35 muertos y 166 heridos.

Varias horas antes de la catástrofe se había registrado un escape en este oleoducto que pertenece al gigante petrolero Sinopec.

La explosión se produjo cuando los obreros intentaban frenar la fuga, indicó en un comunicado el gobierno de Qingdao.

Los accidentes industriales son frecuentes en China, a menudo debido porque no se respetan las normas de seguridad. Cerca de 28.000 personas murieron en China en los seis primeros meses del año en accidentes laborales, según estadísticas oficiales.