El Intendente de Los Ríos, Henry Azurmendi, reconoció que el estallido social en Liquiñe por falta de médico pudo evitarse. Por su parte, los vecinos señalaron que se está dando cumplimiento a lo prometido, pero que estarán vigilantes.

En Liquiñe hace más de dos años no tenían médico permanente y hace cerca de seis meses estaban sin atención, con una lista de espera que superaba los 800 pacientes en un territorio cercano a los 4 mil habitantes.

Todo terminó la semana pasada. En tres días llegó la solución y las tramitaciones se agilizaron. Esto, luego que 24 organizaciones se tomaran la posta rural de salud de Liquiñe, después de que con anterioridad hayan invitado a las autoridades a que constaten en terreno lo que pasaba, pero que nadie llegara.

Producto de la toma, llegaron representantes del Servicio de Salud Valdivia y del municipio de Panguipilli, estableciéndose un médico de ronda para bajar la próxima semana las listas de espera. Mientras, en diciembre llegaría el profesional permanente.

Al respecto, el Intendente reconoció que el conflicto se pudo haber evitado.

Para la presidenta de la Junta de Vecinos de Liquiñe, Nori Quintoman, hasta ahora se ha dado cumplimiento al acuerdo y la gente está contenta.

La dirigenta señaló en todo caso que estarán vigilando el cumplimiento del acuerdo, ya que según dijo los mejores fiscalizadores son ellos como comunidad.

En cuanto al médico permanente, éste se quedará desde el otro mes hasta abril aproximadamente, cuando llegue un médico general de zona, según lo acordado entre la comunidad de Liquiñe, el Servicio de Salud Valdivia y la Corporación de Salud Municipal de Panguipulli.