El tenis chileno no apoya al tenis femenino. Las jugadoras nacionales, algunas de ellas como Daniela Seguel, son esforzadas y sacrificadas y generalmente, huérfanas de soporte, de respaldo. Lamentablemente el tenis femenino de Chile no tiene memoria por cuanto la primera campeona de un torneo del Gran Slam fue una chilena: Anita Lizana, en el Us Open de 1937.

Ella marcó un camino que luego siguieron Paula Cabezas, Paulina Sepúlveda, Macarena Miranda, Bárbara Castro y Valentina Castro…Talentosas muchas de ellas, al no alcanzar las metas profesionales rápidamente, debieron ceder por cuanto les faltaba el apoyo económico que hubiera ayudado a su crecimiento. Esperamos que ahora cuando se está hablando de los Juegos Odesur, se acuerden de generarles dineros a las tenistas chilenas para que puedan entregar la opción de medallas con el tenis…