Luego de escuchar a quienes perdieron algún ser querido por culpa de conductores ebrios en calles y carreteras, es justo hacer un duro análisis de la tramitada “Ley Emilia”.

La familia de la menor fallecida que dio origen a este proyecto de ley, cuestionó fuertemente el trabajo legislativo y a los parlamentarios que apuntan con el dedo, con nombre y apellido y que, según dicen, habrían dificultado la tramitación de una normativa que califican como “una verdadera vergüenza”.