El ministro de Salud, Jaime Mañalich, acusó presión de algunos sectores para arancelar prestaciones médicas que no son necesarias y que carecen de justificación técnica. En el Colegio Médico indicaron que no se puede negar que en Chile hay más de mil prestaciones que no están codificadas y solicitaron un comité de expertos que evalúe las necesidades y costos reales de esos exámenes.

Una nota de prensa vespertina publicada el miércoles y basada en un estudio realizado por el Colegio Médico, indicó que más de mil prestaciones de salud no tienen cobertura en Fonasa ni en Isapres, lo que obliga a los pacientes a costearlas de su propio bolsillo.

La codificación en Fonasa implica que se establece un arancel para ellas, y que el Fisco asume un porcentaje de su costo y el paciente un copago.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, descartó de plano que estas prestaciones sean codificadas, ya que según sus palabras, el 90% son innecesarias y no tienen demostración científica ni utilidad para la salud de las personas.

El secretario de Estado acusó presiones de grupos organizados de la industria, para generar subsidios de parte del Estado.

Sin embargo, el presidente del Colegio Médico Metropolitano, Pablo Araya, aclaró que algunas de estas prestaciones corresponden a una silla de rueda, un trasplante de médula o un catéter que se utiliza para el tratamiento del cáncer.

Pablo Araya reconoce que de los mil exámenes que se realizan en el país, no todos son absolutamente necesarios, pero a su juicio la idea es mejorar la salud en calidad, acceso y modernidad. Por lo mismo, planteó la necesidad de crear un Comité de Expertos que evalúe cuáles deben estar codificadas y cuáles no.

Los costos de estas prestaciones son diversos y pueden ir de los $20.000 al $1.500.000, aproximadamente.