Realizadores estadounidenses de pornografía, que tuvieron que suspender su producción luego de que varios actores resultaran supuestamente positivos de VIH, acusaron a sus críticos el martes de practicar “teatro político” y de hacer reclamos infundados.

Diane Duke, jefa de la organización de defensa de la libertad de expresión Free Speech Coalition -asociada a la industria del entretenimiento adulto-, puso en duda que un cuarto actor resultara positivo del virus que produce el sida.

“No hay evidencia de un cuarto caso”, dijo Duke a la AFP, refiriéndose a informes que salieron a la luz el fin de semana luego de que se declarara el viernes una nueva moratoria en la producción de películas pornográficas a nivel nacional.

Duke criticó a la Fundación para el Cuidado de la Salud de las Personas con Sida (AHF, por su sigla en inglés), portaestandarte de una campaña a favor del uso obligatorio del preservativo en rodajes pornográficos y representante, en el pasado, de actores con sida.

“Ese anuncio parece ser teatro político de AHF. El mes pasado anunciaron un brote de sífilis en la industria del cine adulto, cuando en realidad ningún actor tenía sífilis”, agregó.

Un portavoz de la AHF, Ged Kenslea, explicó a la AFP que “el cuarto caso es el de un hombre que se reunió con alguien de la Fundación la semana pasada pidiendo consejo y pidió el anonimato”. Los otros tres casos son oficiales, agregó.

“Si se usaran condones (…), no habría necesidad de imponer moratorias”, dijo Kenslea, al añadir que “hacer exámenes no es prevención”.

La industria del cine ponográfico suspendió los rodajes el mes pasado cuando una actriz llamada Cameron Bay dio positivo al Virus de Inmunodeficiencia Humana, causante del sida. Un segundo actor vinculado a Bay, Rod Dayly, anunció luego en Twitter que también tenía VIH.

La suspensión se levantó luego de una semana, pero se implementó nuevamente el viernes pasado, cuando un médico afiliado a la industria reportó un tercer caso a la Free Speech Coalition, según el diario local Los Angeles Times.

“La moratoria sigue en pie y tiene carácter nacional”, dijo Duke, quien lamentó que el activismo de AHF supuestamente se concentre más en atacar a la industria pornográfica que en investigar los modos de combatir el VIH.

“Lamentablemente, los millones que AHF ha derrochado, intentando regular una industria que no ha registrado una transmisión de VIH en el set en más de nueve años, se han perdido para siempre”, señaló.