Camilo Escalona y Gutemberg Martínez tienen varias cosas en común. No sólo son aliados, sino políticos con siete vidas, sobrevivientes a sus propias crisis. Martínez sobrevivió al “Carmengate” y Escalona a sus derrotas electorales.

Ahora Gutemberg Martínez quiere ayudar al amigo caído, binominal mediante, a que siga siendo senador. La Región de Antofagasta, Del Bío Bío costa o de Los Ríos están en la mira. Escalona podría ser senador con el apoyo de la DC. Cumpliría su sueño de ser de nuevo senador sin ir a primarias.

¿Principios democráticos, regionalización, poder local, legitimidad? Eso da lo mismo. Esa es una pregunta inocente frente a lo que se entiende por el poder y su ejercicio, a las “razones de Estado”, esas que se esgrimen con mayor intensidad cuando el que la invoca es el principal beneficiado.