Una millonaria demanda contra el Serviu y una empresa privada presentaron 22 de las casi 100 familias de Tomé afectadas por la inundación de sus casas, a raíz del desborde del estero Bellavista, hace tres semanas.

El 1 de junio pasado, en medio de las intensas lluvias del primer gran temporal de este año, un centenar de viviendas aledañas al estero Bellavista se vieron anegadas a raíz de su desborde.

La indignación expresada de inmediato por los afectados fue con el Serviu y la empresa Claro Vicuña Valenzuela, a cargo de la construcción de un puente en la desembocadura del estero.

Por eso es que la acción legal ingresada en el Juzgado de Tomé -y que persigue una indemnización de 330 millones de pesos- apunta a una falta de servicio de parte del organismo y de la constructora, según explicó el abogado Claudio Sandoval.

La dirigenta vecinal Darma Sepúlveda explicó que se había advertido de una eventual emergencia si Claro Vicuña Valenzuela no retiraba el material de construcción deja debajo del puente y que obstruía el paso de agua.

Para la diputada Clemira Pacheco, es clara también la responsabilidad del Serviu por el daño sufrido por las familias.

Había sido la alcaldesa Ivonne Rivas quien, por sugerencia de los residentes del sector Bellavista, pidió el mes pasado a Serviu requerir a Claro Vicuña Valenzuela tomar las medidas para impedir el desborde del estero y por consecuencia la inundación de viviendas que finalmente ocurrió.