Tres cazadores de tormentas, entre ellos Tim Samaras considerado uno de los más reconocidos investigadores de estos fenómenos meteorológicos, murieron mientras perseguían los poderosos tornados que azotaron el estado de Oklahoma, centro-sur de Estados Unidos, dijo este domingo la organización para la que trabajaban.

Tim Samaras, su hijo Paul y Carl Young murieron al ser alcanzados por uno de los tornados que afectó a El Reno, al oeste de Oklahoma City, dijo la organización proyecto Tactical Weather Instrumented Sampling in Tornadoes Experiment (Twistex).

Samaras de 55 años era conocido por haber desarrollado instrumentos científicos que permitieron observar por primera vez como es el interior de los tornados e igualmente puso en marcha procedimientos novedosos para la investigación y previsión de huracanes.

“Esta es una pérdida devastadora para la meteorología, la investigación y la comunidad de cazadores de tormentas”, dijo el mensaje difundido en la cuenta de Facebook de Twistex.

Chris West, ayudante de la oficina del Sheriff en el condado de Canadá, se negó a dar los nombres, pero confirmó que tres cazadores de tormentas se encontraban entre los 14 muertos que dejaron los tornados en serie que azotaron el estado de Oklahoma el viernes, menos de dos semanas después de otra tragedia por el mismo fenómeno que devastó el 20 de mayo la pequeña ciudad de Moore, cerca a la capital estatal, provocando 24 muertos y 377 heridos.

Los tornados del viernes azotaron la zona con fuertes vientos, lluvias torrenciales y granizo.

Los escombros del vehículo en que viajaban los cazadores de tormenta fueron esparcido en un área de cerca de 800 metros cuadrados, señaló Chris West a la AFP.

La cadena CNN mostró imágenes de los restos del vehículo, que aparecían aplastados y casi irreconocibles.

Por su parte la organización National Geographic calificó a Samaras como uno de los cazadores de tormentas más reconocidos del mundo, diciendo que paso las dos últimas décadas de su vida, literalmente persiguiendo a su pasión.

“Tim era un científico valiente y brillante”, dijo el vicepresidente ejecutivo de National Geographic, Terry García en un comunicado.

Su “muerte es un poderoso recordatorio de los riesgos que enfrentan regularmente los hombres y mujeres que trabajan para nosotros”, agregó.