Una serie de tornados que azotaron el viernes varios estados del centro de Estados Unidos provocaron 14 muertos, incluyendo dos niños, informaron este sábado las autoridades, mientras las inundaciones dificultaban las labores de reconstrucción en Oklahoma, devastada hace 10 días por un tornado que dejó 24 fallecidos.

La noche del viernes, los tornados golpearon con fuerza la ciudad de Oklahoma City y sus alrededores, con vientos de 145 kilómetros por hora, acompañados de fuertes tormentas de granizo.

El servicio médico forense de Oklahoma confirmó por correo electrónico la muerte de nueve personas, cinco de las cuales aún no han sido identificadas, mientras que las autoridades del condado al cual pertenece Oklahoma City confirmaron otras dos muertes.

Por su parte, en el estado vecino de Missouri las autoridades informaron de tres muertos más, a causa de las graves inundaciones provocadas por las tormentas.

El gobernador de Missouri, Jay Nixon, quien se desplazó a las zonas afectadas para evaluar los daños, llamó a los residentes a evitar los desplazamientos en el área del desastre.

Las inundaciones, entretanto, complicaban los trabajos de limpieza de los destrozos provocados por el monstruoso tornado del 20 de mayo.

Los servicios meteorológicos levantaron la alerta de emergencia por tornados en Oklahoma, pero mantuvieron las alertas por inundaciones y tormentas.

Varias personas resultaron heridas el viernes en choques y accidentes automovilísticos, según las autoridades. Los fuertes vientos produjeron también muchos heridos -87, según el diario local The Oklahoman, 77 según la cadena de televisión local KOCO- e importantes daños.

Según las previsiones, los vientos se desplazaban hacia el este el sábado.

Asimismo, los tornados causaron repentinas crecidas de los ríos, la evacuación del aeropuerto de Oklahoma City y cortes de electricidad que afectaron a más de 170.000 personas en la ciudad, según los medios.