Una corte ecuatoriana condenó a un hombre a un año de prisión y a otro sujeto a cinco meses, en el marco de una investigación por la muerte de medio centenar de personas por consumo de licor adulterado en 2011.

El Tribunal Primero de Garantías Penales de la provincia de Tungurahua sentenció a cinco meses de prisión a Santiago Ulrich, dueño de una fábrica donde se producía vino con metanol de uso industrial, y a un año de prisión a Tomás Soria, técnico responsable de la elaboración del licor.

“La sentencia se da más por afectación a la salud, esto ha llevado a que se dé los cinco meses (de cárcel) al gerente y un año al técnico”, dijo a la prensa Mauro Real, director del Consejo de la Judicatura de Tungurahua.

Una intoxicación masiva por la ingesta de varias clases de licor con metanol se produjo en 11 de las 24 provincias de Ecuador entre julio y septiembre de 2011, cobrando la vida de al menos 50 personas, según el Ministerio de Salud.

Tungurahua -donde se distribuía el vino fabricado por Ulrich y Soria- fue una de las regiones más afectadas con 11 decesos, por detrás de los Ríos, donde se registraron 20 víctimas mortales.

Un total de 245 personas fueron atendidas con síntomas de envenenamiento, de las cuales 11 quedaron ciegas, de acuerdo con las cifras oficiales.

Debido a la emergencia, el gobierno llegó a pagar por la entrega de licor adulterado para parar las intoxicaciones.

Igualmente, declaró el estado de excepción por dos meses y prohibió la venta y consumo de alcohol a nivel nacional por tres días.