Luego de saber que están embarazadas, muchas mujeres dejan de tener relaciones sexuales con su pareja, ya sea por los cambios hormonales o al estar influenciadas por los mitos que rodean esta práctica durante los nueve meses.

Luis Bartha, jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, en España, señaló al sitio ABC que “no hay estudios científicos que demuestren que mantener relaciones sexuales durante la gestación perjudique o beneficie la salud de la mujer ni la de su hijo”, haciendo un llamado a que las madres olviden estos convencionalismos, ya que no producirán daño en el bebé.

Ante esto, el médico expuso cinco mitos del sexo durante el embarazo para luego despejar las dudas.

1. Tener relaciones durante las últimas semanas de gestación adelanta el parto:
El experto indica que esto no está comprobado, sin embargo destaca que el parto es un proceso complejo, por lo que esto no tendría consecuencias. “Aunque el semen contiene prostaglandinas que teóricamente podrían madurar el cuello del útero y facilitar el parto, la cantidad de estas sustancias presentes en el contenido de la eyaculación son muy pequeñas”, señala Bartha.

2. No se deben tener relaciones ni en el primer ni el último trimestre del embarazo:
En este punto el médico es tajante al decir que esto es falso, ya que sólo se debería dejar de tener relaciones si es que existe alguna patología que recomiende prudencia, como por ejemplo “amenaza de aborto, amenaza de parto prematuro, placenta previa sangrante en la segunda mitad de la gestación o la rotura prematura de las membranas, en general si hay un sangrado de origen genital”.

3. Se debe usar preservativo:
Bartha señala que mientras no exista riesgo de contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual, esto no es necesario.

4. Mientras más avanzado el embarazo, menor será el deseo sexual:
Hasta el momento, no se ha confirmado un periodo en el que disminuya más el deseo sexual, sin embargo los estudios demuestran una baja de la libido de forma progresiva durante la gestación, la causa de este descenso es incierta, aunque todo apunta a un influjo hormonal.

Lo que sí ha comprobado la ciencia es que el deseo sexual decrece durante el postparto y el primer año después de nacido el bebé.

5. Se deben evitar caricias muy apasionadas:
El especialista indica que no hay razón para evitar muestras de cariño en la pareja, ni siquiera en el embarazo, a menos que, como se señalaba en un punto anterior, se requiera prudencia o disminución de la actividad sexual. “En cualquier caso y a tenor de esto, téngase siempre en cuenta que la sexualidad es algo más que el coito y que se puede tener una vida sexual plena sin tener que recurrir a la penetración cuando esta esté contraindicada”, concluye Bartha.

Por el bienestar que implica, la búsqueda de placer sexual contribuirá directamente a la plenitud de la mujer y de la pareja, el médico remata esta idea señalando, “ella estará más relajada, se encontrará mejor psicológicamente, la relación con la pareja irá mejor y, por tanto, si el entorno está bien la mujer se sentirá mejor”.