En el momento en que el culpable de la muerte de un policía iba a cumplir la pena, la familia de la víctima clamó a gritos su perdón.

La información la entregó este jueves la agencia Mehr, que indicó que el homicida recién había sido colgado cuando fue perdonado.

Por lo mismo, la gente debió correr para sostener al hombre y quitarle la soga del cuello.

El asesino debía ser ahorcado públicamente en Machhad (noreste de Irán), pero la ley contempla que la familia puede evitar la ejecución.

En este caso, el acusado evita la pena capital pero debe pagar el precio de la sangre derramada (diyeh), que equivale a unos 36.000 dólares y cumplir una condena en la cárcel.

Según la ley iraní, los asesinos y los violadores son condenados a la horca.