Guillermo-Alejandro y su esposa de origen argentino Máxima se convirtieron este martes en reyes de Holanda tras la abdicación de la reina Beatriz, en el primer relevo monárquico del siglo XXI en Europa.

“Yo la reina Beatriz abdico en favor de mi hijo Guillermo-Alejandro”, rezaba el acta firmada en el Palacio Real de Amsterdam (Dam).

“Querida madre: hoy has abdicado tras 33 años en el trono en los que te agradecemos todo lo que has hecho. En nombre de la reina (Máxima) y yo les agradezco todo el apoyo prestado a la corona”, dijo el nuevo rey Guillermo Alejandro, de 46 años, en tono solemne, pero muy conmovido al saludar desde el balcón del Palacio.

Un grito y vítores se escucharon en la céntrica plaza Dam, donde se congregaron 25.000 personas -según la policía- vestidas de pies a cabeza de Naranja, como corresponde a la Casa de Orange.

El rey apareció flanqueado por su madre, que no pudo contener el llanto y la reina Máxima, radiante con un vestido rosa pálido del diseñador Edouard Vermeulen. También estaban presentes la hija mayor de ambos, Amalia, de nueve años, quien pasó a ser Princesa de Orange, título de la heredera y las pequeñas princesas Alexia y Ariane, todas vestidas en amarillo y blanco.

“Gracias Bea”, respondieron a gritos los holandeses, en la emblemática plaza. Un argentino esgrimía una bandera que rezaba: “Gracias Holanda por amar y confiar en Máxima”.

El Rey “estará por encima de los partidismos y será sensible a las necesidades actuales. Para ello necesita el apoyo de su pueblo”, aseguró el lunes en un discurso Beatriz, de 75 años, quien a partir de ahora vuelve a ser Princesa de Holanda.

Guillermo-Alejandro es el primer rey varón de Holanda de los últimos 123 años y junto a su esposa, conformará la pareja real más joven de las monarquías occidentales.

“En estos momentos, la monarquía puede fomentar el respeto el respeto a la democracia y estimular la cohesión e integración social”, añadió.

Completamente teñida de naranja, Amsterdam está de fiesta. Más de 800.000 personas inundaron los canales y plaza de la ciudad para el evento que tendrá un costo de 11 millones de euros, según el ayuntamiento. Más de 10.000 policías fueron desplegados. Hasta el momento, 70 personas fueron arrestadas, indicó la policía.

A las 14H00 locales (12H00 GMT) dará inicio la ceremonia oficial de entronización de Guillermo-Alejandro en la medieval Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva), de estilo gótico, que ya está repleta de flores de colores, como corresponde en Holanda, donde son símbolo nacional.

En esa misma Iglesia el primogénito de la reina se casó con Máxima Zorreguieta, hace poco más de once años.

Vestido de frac, con corbata blanca y cubierto de un manto de armiño, jurará “observar y respetar siempre el Estatuto del Reino y la Constitución”. Tras el juramento, es oficialmente investido Rey por el país y los caribeños estados de Aruba, Curazao y Sint Maarten, antiguas colonias de Holanda.

Como en Holanda “no hay coronación, sino investidura, el Rey no lleva nunca la corona”, explicó la Casa Real holandesa. Durante la investidura, se depositarán las regalías (cetro, globo imperial, la espada real y el estandarte real con el escudo holandés) en la mesa como credencia.

A la ceremonia asistirán 20 delegaciones de las casas reales del planeta, entre ellos el príncipe heredero de la Corona española, Felipe de Borbón, y su esposa, Letizia; y el príncipe Carlos de Inglaterra, heredero del trono británico, y su esposa Camila y el príncipe Alberto II de Mónaco.

También estará presente la princesa Masako, la esposa del príncipe heredero de Japón, Naruhito, en lo que constituye su primer desplazamiento al extranjero en siete años.

Un 69% de los holandeses confía en que Guillermo-Alejandro será un buen Rey, según un sondeo de la televisión Nos, divulgado un día antes de la entronización. Un año atrás eran 59%.

El nuevo Rey fue uno de los primeros que se casó por amor con una joven sin sangre azul, que además no era holandesa, sino sudamericana.

“Los holandeses han sucumbido a los encantos de Máxima: es inteligente, pragmática y de una simpatía arrolladora”, consideró Fred de Graaf, presidente del Senado de Holanda, en diálogo con la AFP.

La historia de amor de la pareja está lejos de ser un cuento de hadas. La clase política holandesa y la mayoría de los ciudadanos veían con suma preocupación la elección, por el pasado del padre de Máxima, Jorge Zorreguieta, secretario de Agricultura durante la dictadura militar argentina (1976-1983).

“Generó mucho revuelo. Finalmente se decidió que el padre no viniera a la boda. Esta vez, para evitar nuevos debates, Máxima se adelantó al anunciar que sus padres tampoco asistirían a la entronización”, contó De Graaf.

Por la noche, el rey Guillermo-Alejandro dará un paseo junto a Máxima y sus tres hijas por los canales de Amsterdam. A partir de ahora, todas las miradas estarán puestas en la pareja, la primera de su generación en Europa en convertirse en reyes del siglo XXI.