Expertos académicos concuerdan en que el uso excesivo de antibióticos en la industria salmonera podría provocar que las personas se hagan resistentes a estos medicamentos.

Se trata de una preocupante situación, pues los expertos en biología celular y molecular, Félix Godoy y Sandra Bravo, señalan que se podría retroceder a una época anterior a 1920, cuando las enfermedades infecciosas causaban la muerte de millones de seres humanos por la falta de antibióticos.

Ambos investigadores del uso de antibióticos en peces, reconocieron el excesivo uso de fármacos en la industria salmonera nacional, en comparación a países como Noruega, donde se logró el desarrollo de una vacuna que remplazó el uso de los cuatro antibióticos en cuestión: la oxitetraciclina, dos quinolonas y el florfenicol.

Sin embargo, el doctor Félix Godoy reconoció que dentro de la industria de salmones podría haber tres antibióticos más, los que se usarían ocasionalmente:

Estudios han comprobado que los efectos de los antibióticos se proyectan más allá de los recintos de la acuicultura. Es por esto que los expertos señalan que pueden tener un efecto sobre otros organismos, como los que habitan alrededor de las jaulas de cultivo, en las bacterias del fondo marino y sobre el principal consumidor del salmón: el hombre, según explicó el doctor en Biología Celular y Molecular, Félix Godoy.

La máster en Ciencias de la Universidad de Génova, Sandra Bravo, señaló que aunque las restricciones en el uso de antibióticos y pesticidas está suscrito, la industria salmonera es un negocio que sustenta a muchas familias en la región y no se puede cerrar y terminar con la prevención de virus y enfermedades como el ISA, el SRS o el tan nombrado caligus o piojo de mar.

En concreto, docentes, expertos y dirigentes de la pesca artesanal de la región de Los Lagos y Aysén concuerdan en que es imperante una mayor fiscalización y regulación por parte de las autoridades y el Estado.

Indican que aunque Chile está actualmente cumpliendo la normativa sobre uso de antibióticos y por ello es el segundo país exportador de salmones a nivel mundial, los estudios demuestran que otras especies -como las merluzas color salmón que hoy día aparecen en la región de Los Lagos- están sufriendo las consecuencias del excesivo uso de químicos que la industria salmonera vierte en los 2.200 kilómetros de mar entre Los Lagos y Magallanes.