El presidente uruguayo José Mujica pidió el jueves “sentidas disculpas” a su par argentina Cristina Fernández, una semana después de que afirmara sobre ella que “esta vieja es peor que el tuerto”, en referencia a su esposo, el fallecido Néstor Kirchner.

“Debo pedir sentidas disculpas a quien pude lastimar por mis dichos”, dijo el mandatario en su audición radial semanal “Habla el presidente”, en la que explicó el porqué de su lenguaje “corriente” y “reo”.

Recordando su juventud en la clandestinidad, cuando integró la guerrilla tupamara en la década de 1960 y 1970, y su origen en “los barrios pobres”, indicó: “No podemos evitar que nuestro hablar corriente, íntimo, entre pocos, nuestro lenguaje por momentos sea reo, áspero”.

“Por muchos años tuvimos que cultivar un decir, un hablar para cuarteles. Había que comunicarse adoptando las formas para sobrevivir. Ese lenguaje está a leguas del discurso público, tiene que ver con las relaciones íntimas, inevitablemente arrastra en sus modismos nuestra propia historieta”, sostuvo el mandatario, de 77 años y conocido por su austeridad.

“Reinan entre nosotros los sobrenombres, como rengo, tuerto, mono, etcétera, y también la exageración como contracara. Es un decir entre pocos, casi susurrando”, opinó Mujica, refiriéndose al “lenguaje de resistencia, un lenguaje herramienta, que juega para los íntimos y no puede encajar ni encajará jamás con el discurso público que cultivan naturalmente otros”.

“Debo pedir sentidas disculpas a quienes pude lastimar en estos días por mis dichos y sobre todo los que son como nosotros integrantes del sueño de patria grande y federal”, añadió el presidente.

Los dichos de la polémica fueron formulados por Mujica el pasado jueves, cuando el mandatario conversaba con el intendente de Florida, Carlos Enciso, en el inicio de una conferencia de prensa y sin percatarse que los micrófonos ya estaban abiertos y había comenzado la transmisión en directo de la Presidencia.

Comentando las relaciones con los países vecinos, Mujica indicó: “esta vieja es peor que el tuerto”, en lo que se atribuyó a una referencia a Cristina Fernández y su difunto esposo, Néstor Kirchner.

Pocas horas después, cuando el tema ya había invadido las redes sociales, el canciller de Argentina, Héctor Timerman, entregó una nota de protesta a Uruguay por considerar “denigrantes” las expresiones de Mujica.

El mandatario dijo al diario La República del jueves que enviará una carta a la mandataria argentina, aunque sin dar detalles sobre su contenido, ya que prefiere que sea “la señora presidenta la que la haga pública, si es que lo considera conveniente”.

En su audición radial Mujica no mencionó la misiva pero también dedicó espacio a defender su relación con Argentina, criticando a la oposición política uruguaya.

“Nos han acusado de todo en estos años, de ser genuflexos, (pero) nadie nos ha pedido disculpas”, indicó.

“Yo sé naturalmente que al parecer estas son las leyes del juego. Hemos tratado de hacer todo lo posible por sostener una relación (con Argentina) que tenga en cuenta los intereses económicos de la gente que trabaja. Pero acá en este país hace años que existe una campaña cuasi permanente de que la República Argentina se cae, que va camino de una república paupérrima (…) mentira sobre mentira”, enfatizó.

“Argentina ha crecido enormemente y por mi memoria desde el año 52 creo que nunca tuvo gobiernos que hicieran tanto por los postergados por las deudas sociales. ¿Que tienen problemas? ¿Y quién no los tiene?”, sostuvo.

“A veces sus medidas defensivas nos afectan” pero “quienes conozcan un poco de historia sabrán que cuando a la Argentina le va bien nosotros nos beneficiamos y cuando anda mal nosotros padecemos”, concluyó.

En los últimos años, las restricciones a las importaciones impuestas por las autoridades argentinas, sumadas a las trabas que implementó Buenos Aires para la salida de dólares del país -que perjudicaron al turismo uruguayo- y las diferencias por el dragado de un canal binacional, frenaron los avances en políticas comunes y mantienen distante la relación entre los dos países.

Más allá de los últimos desencuentros, la llegada de Mujica al gobierno en marzo de 2010 significó un avance en el vínculo entre Argentina y Uruguay, que durante el gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010) vivió momentos de tensión, sobre todo por el bloqueo por parte de manifestantes argentinos de un puente que une ambos países, en protesta por la instalación de una planta de celulosa en Uruguay en cercanías de un río limítrofe.