“El que entra como Papa sale como cardenal”. Es una de las frases más recurrentes entre los miembros del purpurado que decidirán el nombre del futuro pontífice. Esto, en relación a los pronósticos que se sostienen previos al cónclave, en los cuales se buscan los candidatos más nombrados al sillón de Pedro.

Las reuniones previas sirvieron para discutir el perfil de quien comandará a la Iglesia Católica como sucesor de Benedicto XVI. Según citan varios medios, se estaría en la búsqueda de un prelado de perfil carismático y con un manejo político hábil, quizás en contraposición al rol que habría tenido el alemán.

Los nombres de los “papables” (o los candidatos más fuertes en las votaciones) se repiten en respuesta a varios factores: la posición que tienen los cardenales en la jerarquía de, su capacidad para enfrentar crisis y la comunicación con los feligreses son algunas de las características que se tomarán en cuenta al interior de la Capilla Sixtina a partir de este martes.

Leonardo Sandri

El conservador cardenal argentino de 69 años llegó a ser “el tercero” en importancia al interior del Vaticano durante los últimos años de Juan Pablo II, cuya cercanía logró aumentar su influencia.

En favor de Sandri “está su edad y experiencia vaticana” y en su contra, que “pertenece a la vieja guardia”, aunque “podría llegar a ocupar un alto cargo luego de la elección” del sucesor de Ratzinger, afirmó una fuente en el Vaticano de la agencia France Presse.

Odilo Scherer

Es un conservador moderado que a sus 63 años está a la cabeza de la Iglesia en Sao Paulo, la mayor arquidiócesis del país con más católicos del mundo. Compite en favoritismo con el italiano Angelo Scola.

Alineado con las posturas de Benedicto XVI contra la Teología de la Liberación, es, según la prensa italiana, el candidato de la influyente Curia Romana que además pesa por la masiva base católica de Brasil. Sin embargo, la prensa europea afirma que representa más a Roma que a los brasileños y carece de carisma.

Angelo Scola

Creado cardenal por Juan Pablo II y nombrado como arzobispo de Milán por Benedicto XVI, Scola cuenta con serias posibilidades de encabezar El Vaticano y retomar el liderazgo italiano en la Iglesia.

Su cercanía y su formación teológica adscrita a la de Ratzinger, desde los tiempos en que colaboraba para la revista Communio cofundada por el alemán, lo han convertido en uno de los cardenales con más posibilidades para la sucesión. Sin embargo su pasado en el movimiento Comunión y Liberación, uno de los principales soportes de Silvio Berlusconi, juega en su contra en el cónclave.

Christoph Schönborn

Alumno de Joseph Ratzinger y situado en su línea teológica e intelectual, el austríaco también es uno de los purpurados que los vaticanistas sitúan en el sillón papal.

Pertenece a la Casa de Schönborn, una de las familias soberanas del Sacro Imperio Romano Germánico y su posición de aristócrata le favorece a la hora de generar consensos en la curia. Junto a ello, se le atribuye la facultad de manejar crisis. Sus críticas a la teoría de la evolución y su posición conservadora podrían alejarlo del Papado.

Peter Turkson

Asegurando que se encuentra listo para ser el primer Papa negro, el ghanés explicitó sus intenciones de asumir en la cabeza de la Iglesia Católica.

Con estudios teológicos y 30 años de trayectoria en la Iglesia, Turkson no ha pasado impávido en el tiempo. Su manejo diplomático y su capacidad para intervenir en crisis se contrapone a sus polémicas declaraciones contra los homosexuales y su posición conservadora en materias doctrinales.

Gianfranco Ravasi

Al igual que otros cardenales papables, se le atribuye un perfil intelectual similar al de Benedicto XVI, sonando como un candidato de consenso.

Este teólogo posee una larga trayectoria en la Iglesia que se ha caracterizado por el equilibrio (sin llegar al rupturismo o a una posición heterodoxa) y con una personalidad carismática y cercana a los feligreses. Su condición de italiano, como Scola, también le resta puntos ya que los cardenales preferirían a un candidato fuera de la península.

Luis Antonio Tagle

Entre los entendidos en materias del Vaticano se mencionó frecuentemente a Tagle por el carisma como una de las características para logra la sucesión de Benedicto XVI.

El cardenal filipino, de 55 años, está sindicado como un progresista al interior del purpurado y su juventud podría alejarlo de una potencial aspiración papal.

Péter Erdö

El húngaro apuesta por la lucha contra la secularización y es uno de los más destacados representantes de la Iglesia en Europa Oriental.

Fue creado cardenal por Juan Pablo II en 2003 y hoy, a los 60 años, también se ubica entre los papables pese a que su trayectoria no ha generado un mayor ruido, lo que podría posicionarlo como candidato de consenso en el caso de una votación extendida.

Timothy Dolan

Es el presidente de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos y una personalidad medíatica y popular en el país del norte.

Pese a ello, su nombre genera rechazos dentro del Colegio Cardenalicio a raíz de las secuelas que generó la acusación de encubrir casos de abusos sexuales que habrían sido cometidos por sacerdotes en la archidiósesis de Malwaukee mientras Dolan era arzobispo en 2002.