Más de 3.000 paquistaníes incendiaron este sábado decenas de casas de familias ocupadas por cristianos de clase media baja en Lahore (este), tras un presunto comentario blasfemo sobre Mahoma realizado por un joven cristiano, indicaron la policía y los servicios de rescate.

Por otra parte, en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, una explosión en una mezquita dejó cinco muertos y 28 heridos más, según la policía.

En Lahore, la policía reprimió a los manifestantes. No se registraron víctimas mortales, pero unos 20 policías resultaron levemente heridos en enfrentamientos.

La policía estimó que se habían incendiado unas 25 casas, pero Ahmad Raza, quien tenía a su cargo las tareas de rescate, dijo a la AFP que “los manifestantes incendiaron por lo menos 160 casas, 18 tiendas y dos pequeñas iglesias” en el barrio cristiano de Joseph Colony.

Los manifestantes llevaron a cabo estos actos de violencia, tras presuntos comentarios blasfemos sobre Mahoma realizados por un cristiano de 28 años delante de un amigo suyo, afirmó el oficial de policía Multan Khan, agregando que los cristianos habían abandonado la zona el viernes, ya que temían una reacción violenta.

En noviembre pasado, la justicia paquistaní abandonó los cargos contra una joven cristiana acusada de haber profanado el Corán.

Esta joven analfabeta de unos 14 años, según los médicos que la examinaron, había sido acusada a mediados de agosto por vecinos de haber quemado hojas de papel en las cuales estaban escritos versículos del Corán, un crimen que puede ser castigado con cadena perpetua en Pakistán, en conformidad con la ley sobre la blasfemia.

El caso de Rimsha tuvo un desenlace espectacular cuando la policía acusó al imán de la mezquita vecina de haber introducido personalmente páginas del Corán en las hojas quemadas que le habían sido llevadas por un vecino, para “expulsar” a los cristianos de ese barrio situado en las afueras de Islamabad.

En Peshawar, en las semiautónomas zonas tribales, una bomba explotó en una mezquita sunita, dejando cinco muertos y 28 heridos más, seis días después de que un atentado con coche bomba dejara 50 muertos en un barrio poblado principalmente por chiitas.

Pakistán afirma que unas 35.000 personas murieron en atentados o ataques armados desde 2001, cuando fuerzas lideradas por Estados Unidos invadieron Afganistán, tras los atentados de septiembre de ese año en este país norteamericano, que dejaron unos 3.000 muertos.