Los cardenales reunidos en el Vaticano han decidido tomarse el tiempo necesario para analizar los graves problemas de la Curia Romana y por presión de los purpurados brasileños y norteamericanos desean ser informados sobre los escándalos y las anomalías internas antes de elegir en un cónclave al sucesor de Benedicto XVI.

“El perfil del futuro Papa comienza a surgir”, aseguró el miércoles el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi al término de la tercera ronda de reuniones preparatorias del cónclave para la elección del nuevo pontífice.

“Este cónclave debe ser preparado con calma”, advirtió el influyente cardenal alemán Walter Kasper, en un entrevista al diario italiano La Repubblica en la que critica el “centralismo” de la Iglesia y pide “transparencia” dentro la institución.

Todo parece indicar que los 153 “príncipes de la Iglesia” presentes, que provienen de todos los rincones del mundo, no tienen afán para decidir la fecha del cónclave.

“No se ha decidido la fecha de inicio del cónclave”, reconoció el miércoles Lombardi.

En total 51 cardenales han intervenido en los tres días de reuniones, durante las cuales han debatido de la necesidad de una mayor colegialidad y de diálogo con la Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia, acusado de intrigas, tráfico de influencias y abusos de poder.

Los candidatos a suceder a Benedicto XVI tras su renuncia quieren tener una idea más clara de los escándalos que han sacudido a la entidad, como la filtración de documentos confidenciales y las acusaciones de blanqueo de dinero a través del Banco del Vaticano.

“Necesitamos que la Iglesia sea manejada de otra manera, que se ponga orden y se siga la labor de purificación iniciada por Benedicto XVI”, aseguró a una emisora de su país el cardenal canadiense Marc Ouellet, entre los favoritos al trono de Pedro.

La revista católica Famiglia Cristiana propone que la controvertida banca del Papa sea transformada en un institución “ética”, que ayude al desarrollo de los más pobres y abandone el mundo financiero y especulativo.

El pedido de transparencia proviene de influyentes purpurados brasileños y estadounidenses , que reclaman abiertamente “más tiempo” para analizar los asuntos antes de convocar el cónclave, de manera que las votaciones no se prolonguen debido a la ausencia de un favorito claro y al crecimiento de la lista de papables.

Los purpurados latinoamericanos, liderados por el grupo brasileño, también solicitan una mayor información sobre las filtraciones de documentos internos del Vaticano.

“No podemos elegir a un Papa sin tener la absoluta seguridad de que no va a aparecer al día siguiente en un documento reservado”, admitió un purpurado de la región.

Los cardenales intensificarán sus encuentros el jueves y si bien tienen programadas reuniones tanto por la mañana como por la tarde, es probable que no fijen la fecha del cónclave.

Mientras el silencio sobre el contenido de las reuniones apremia, los purpurados concelebrarán en la tarde una misa en la basílica de San Pedro.

Por su parte, el vocero de la Santa Sede rechazó secamente el pedido de una organización estadounidense de familiares de víctimas de curas pedófilos (SNAP) para que se divulgue la lista de los doce purpurados que según ellos no deberían aspirar al trono de Pedro por haber defendido o encubierto a religiosos acusados de pedofilia.

“Los cardenales no necesitan los consejos de SNAP”, respondió Lombardi.

Paralelamente, el cardenal venezolano Jorge Urosa Savino presidirá en Roma una “solemne misa” en honor del fallecido presidente Hugo Chávez y envió un mensaje de pésame a su país, ya que el Vaticano, sin Papa, no emitió un mensaje especial como es habitual en esos casos.