“Bollywood, flechados por el amor” expone clásicas coreografías de las películas indias en esta pieza del ballet Bollywood Pushpanjali que tendrá dos únicas funciones en el Centro Cultural Gabriela Mistral este fin de semana.

A cargo de la bailarina y coreógrafa chilena, Paula Meru, la obra muestra al dios Shiva, que pierde en forma dramática a su esposa Sati y decide retirarse a una vida de meditación, provocando en el universo la paralización de la energía del cambio, creación y destrucción.

BioBioChile conversó con la especialista en danza clásica de India:

- ¿Cuál es la génesis de este proyecto?

- Mis estudios han sido en base a la danza clásica en India. Volví el año pasado y mi principal interés es generar un público. Sé que hay bastante interés en la cultura. Tengo un vínculo muy profundo con India, es un país que me ha enseñado mucho, creo que hay varias cosas en común con Latinoamérica. Sería bonito que el público pudiera apreciar en escena un cuerpo de baile -que aparentemente se ve sencillo- pero que es súper definido, codificado, el trabajo de gestos, el uso de mudras (lenguaje de manos) que viene de la danza clásica.

- ¿Qué es Bollywood?

- Es la danza espectáculo de India. Es una mezcla entre Bombay y Hollywood, estos conceptos resumen cómo India ve la industria cinematográfica norteamericana, ellos hacen una traducción personal y la bautizaron Bollywood.

- ¿De qué se trata la obra?

- Es un formato que mezcla diferentes estilos entre danza clásica de la India, Hindi pop, también hay lenguaje de pantomima, danza teatro, va mezclado todo. Eso es Bollywood, la obra sigue la línea de construcción que se hace en este tipo de películas, que tiene una estructura dramática y posteriormente viene cortinas musicales amplias, luego vuelve el contenido dramático y finaliza con la música. Acá se trata de reproducir esa forma de contar, el formato indio tiene mucho brillo y color. Es una danza muy familiar y alegre.

- ¿Qué es el hindi pop?

- Es Bollywood, danzas que fueron creadas para al cine indio, que fueron evolucionando y terminaron siendo una característica que crea su propio estilo que mezcla folk y danza clásica del sur de India. El público puede diferenciar los estilos porque en Chile hay una noción de la danza pero no puede identificarla como corresponde, sin embargo, el espectador entenderá la línea entre el espectáculo y la danza clásica.

La obra tiene un rol educativo porque, además, se muestra un episodio de la vida de Shiva (uno de los dioses más importantes del hinduísmo), en relación al amor y al apego, la dramaturgia está ligada a la pérdida de su mujer que se lanzó al fuego.

- ¿Cuál es la recepción del público para este tipo de obra?

- Cuando la estrenamos por primera vez en la sala Finis Terrae, en septiembre del año pasado, tuvimos muy buena reacción y la gente llevaba a su familia porque es un espectáculo alegre, como que querían saber más de las deidades, les intrigaba saber si la historia es o real o ficticia.

Creo que las funciones en el Gam serán superiores a lo que ya hemos hecho, porque hemos enriquecido y mejorado la obra para la comprensión del público. Es cierto que contiene mucha danza, pero la parte teatral entrega la información suficiente para que se entiendan los movimientos en la escena.

- ¿Cuántos bailarines componen el espectáculo?

- Son diez bailarines, nueve chilenos y un danés, Thomas Bentin. También yo participo de la obra e interpreto dos papeles, Satí (primera esposa de Shiva) y Parvati (su nueva esposa), además, dirijo y hago la coreografía.

- ¿Cómo nace su interés por la danza clásica india?

- Estudié danza contemporánea en la Universidad de Chile, bailé para la compañía Espiral y siempre me interesó la danza clásica de India, acá no habían exponentes, deseaba profundizar en el estilo y me fui en el 2000, llevo doce años estudiando. En Chile soy la primera que hace clases, he tratado de integrar a bailarinas que han ido a perfeccionarse también.

- ¿Qué tipo de identificación tenemos los chilenos con la comunidad india?

- Lo que me ha llamado la atención de Santiago, no sé si en las regiones, es que la ciudad está muy cosmopolita, percibo que la comunidad india ha crecido, pero el foco de los artistas indios no es venir a Chile. Acá llega comunidad que es básicamente comerciante y los chilenos no tienen la posibilidad de interactuar en lo cultural, sin embargo, tienen mucho interés de conocer desde lo superficial a lo profundo.

Nuestro país gana mucho al conocer otras formas culturales, India enseña a ver una cultura que ha sido invadida y sometida pero que nunca ha transado en su cultura que se ha mantenido intacta a través de los siglos. Debemos reflexionar cómo otra cultura puede preservar su historia. Lamentablemente acá pasa algo inverso, porque no estamos por salvar y proteger nuestra cultura. Creo que esta obra generará esa inquietud.

- ¿Cuáles, según usted, son los elementos comunes entre Chile e India?

- Son culturas muy distintas, pero son países en vía de desarrollo, que tienen muchas riquezas. Hay gente que se sorprende y me dice que voy a un país muy pobre, pero Chile también lo es. No comprendo cómo se trabajan diez horas diarias y la gente gana una miseria.

India tiene privatizado muchos servicios, hay diferentes códigos como la posición de la mujer en la sociedad. Sin embargo, India tiene muy desarrollado su ámbito cultural, hay amor por su música. Allá existe la televisión abierta y por decreto transmite 24 horas de danza clásica. Además, entrega becas a extranjeros para estudiar su lengua y cultura. Ellos son muy proteccionistas con ese tema, a los niños se les enseña desde pequeños a conservar su arte.

He aprendido que la forma de ligarse entre todos no es la religión, si no la cultura.

Ficha técnica
Sala A2

Temporada
sábado 2 y domingo 3 de febrero a las 21 horas

Entradas
General $6.000 / Estudiantes y tercera edad $3.000
2×1 Preventa público general ($6.000), hasta el 1 de febrero.

Observaciones
Estacionamientos subterráneos por Villavicencio 354

http://www.youtube.com/watch?v=KRX7tXImRAU