Es común que los productos anestésicos se comiencen a usar en menores de dos años durante el proceso de dentición, que suele ser doloroso para ellos.

La aparición de los primeros dientes siempre es una etapa esperada, ya que es un indicio del crecimiento del bebé, sin embargo, es un proceso complicado e incómodo para los pequeños, quienes llegan a perder el apetito, cambiar de humor y llorar constantemente.

Es en esos momentos cuando los padres recurren a medicamentos como anestésicos bucales, los cuales la mayoría de las veces los aplican sin consultar previamente a un pediatra.

Según la FDA y el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP), estos productos portadores de benzocaína, Lidocaína y Prilocaína pueden llegar a ser mortales para un infante, ya que producen Metahemoglobinemia, un trastorno sanguíneo que hace que la hemoglobina sea incapaz de transportar oxígeno a los tejidos corporales, causando daños a nivel cerebral e incluso la muerte.

Este problema se dio a conocer en 2006, cuando la FDA (Food and Drug Administration) advirtió de las consecuencias de estos productos, y en 2011 se reiteró el problema.

Por lo mismo, el pediatra Jaime Cisneros, indicó que es importante siempre consultar a un especialista antes de suministrar algún producto de esta índole a los menores.

Asimismo, señaló que existen otras alternativas libres de anestésicos y mucho más efectivas como los juguetes blandos para morder.