El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, confirmó este miércoles que Barack Obama tomaría rápidamente medidas para controlar la venta de armas en Estados Unidos, sin esperar que se intenten votar nuevas leyes en un Congreso dividido.

“El presidente va a actuar. Pueden firmarse decretos. No hemos decidido aún lo que será pero estamos recabando” información, declaró Biden antes de reunirse con autoridades de asociaciones contra las armas de fuego en la Casa Blanca.

“Estamos reunidos aquí hoy en torno a un problema que requiere una acción inmediata, una acción urgente”, dijo.

“Existe un consenso bastante amplio sobre tres, cuatro o cinco aspectos en materia de seguridad en la venta de armas que podrían y deberían hacerse”, agregó.

Obama encargó a Biden un grupo de trabajo sobre el tema el 15 de diciembre pasado, un día después de la matanza de Newtown (Connecticut, noreste) en la cual 20 niños murieron.

El vicepresidente también se reunirá con representantes de la “National Rifle Association” (NRA), grupo de presión de los fabricantes de armas de fuego, y asociaciones de cazadores el jueves.

Las restricciones federales a la venta de armas son hoy burladas debido a numerosos vacíos legales. El principal permite a los estadounidenses comprar armas directamente a los particulares, en internet o en ferias sin que su identidad ni sus antecedentes penales sean verificados, procedimientos que son de rigor en las armerías.

Se estima que el 40% de las armas se vende sin control de identidad en Estados Unidos.

Varios legisladores demócratas también quieren volver a habilitar la prohibición de las armas de asalto de tipo militar; varios modelos de éstas fueron prohibidos entre 1994 y 2004 a nivel federal.

El grupo de trabajo de Joe Biden debería presentar una serie de decretos y proyectos de ley hacia fin de mes. La verdadera batalla se iniciará luego, en el Congreso, donde los republicanos son tradicionalmente hostiles a restringir el derecho a tener armas.