Un empresario británico jubilado fue condenado este miércoles a 33 meses de cárcel por un tribunal de Texas al sur de EEUU, acusado de haber intentado vender a Irán baterías para misiles tierra-aire.

Christopher Tappin, de 66 años, se declaró culpable en noviembre de haber tratado de enviar a Irán baterías que se usan en misiles antiaéreos de tipo Hawk. Gracias a este procedimiento, el empresario se salvó de una condena que podría haber alcanzado 35 años de cárcel.

También reconoció ante el tribunal de El Paso, en Texas, haber transferido 25.000 dólares de una cuenta bancaria en Londres para comprar cinco baterías.

No obstante, Tappin, quien había sido extraditado de Gran Bretaña el año pasado tras dos años de batalla judicial, había clamado su inocencia. Aseguró haber sido engañado por los servicios secretos estadounidenses cuando estaba al frente de una empresa de flete internacional y pedía ser juzgado en su país.

Según él, las baterías tenían como destino la industria automotriz holandesa o una compañía petrolera noruega. La justicia estadounidense está convencida de que solamente iban a transitar por Holanda antes de ser entregadas a Irán.