“Hablé con el presidente Bush… eeh Obama”. El futuro primer ministro de Japón, Shinzo Abe, estaba atrasado de un presidente estadounidense cuando anunció el lunes que había recibido una llamada telefónica del inquilino de la Casa Blanca.

Al día siguiente de la aplastante victoria del conservador Partido Liberal Democrático (PLD) en las elecciones parlamentarias del domingo, Abe anunció a los representantes de la patronal japonesa que había sido llamado de Washington para felicitarlo.

Al oír risas y susurros, el futuro jefe de gobierno se dio cuenta pronto de su lapsus y se corrigió, afirmando que era Barack Obama con quien había conversado.

Shinzo Abe fue primer ministro durante un año, en 2006-2007, en la época de George W. Bush.

Durante su conversación, ambos responsables destacaron la importancia de que sus países mantengan sus estrechos lazos, declaró el lunes el portavoz de la Casa Blanca.

Abe y Obama “reafirmaron la importancia de la alianza nipo-estadounidense, piedra angular de la paz y la seguridad en la región”, y “coincidieron en la importancia de una estrecha cooperación estadounidense y japonesa en cuanto a los asuntos regionales y globales”, declaró el portavoz, Jay Carney, en un comunicado.