En su primera misión oficial de abastecimiento a la Estación Espacial Internacional (ISS), la cápsula Dragon de la empresa estadounidense SpaceX se acopló el miércoles en la plataforma orbital, tras ser capturada por el brazo robótico, anunció la NASA.

El acoplamiento de la cápsula no tripulada tuvo lugar a las 10:00 horas, confirmó un portavoz de la agencia espacial estadounidense.

El inicio de la maniobra, en la que Dragon fue capturada por el brazo robótico de la estación, operada por dos de los seis astronautas de la tripulación de la ISS, fue a las 07:56 horas, más de treinta minutos antes de la hora programada.

La cápsula de SpaceX fue lanzada el domingo a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa desde la base de la Fuerza Aérea estadounidense en Cabo Cañaveral, cerca del Centro Espacial Kennedy, en Florida (sureste).

Esta es la primera entrega oficial de carga a la plataforma orbital realizada por una empresa privada mediante un contrato de 1.600 millones de dólares con la NASA, en el que SpaceX llevará a cabo doce misiones de abastecimiento a la ISS en cuatro años, para transportar al menos 20 toneladas de carga en total.

Dragon ya efectuó un vuelo de demostración de gran éxito en mayo, que marcó el primer acoplamiento de una nave espacial privada en la estación orbital, iniciando un nuevo capítulo en la historia del transporte espacial.

La cápsula lleva para esta primera misión comercial de suministro unos 454 kilos de equipo. La carga incluye materiales para experimentos científicos que deben llevar a cabo los miembros de la tripulación actual de la ISS, la Expedición 33, integrada por dos estadounidenses -entre ellos una mujer, Sunita Williams, comandante de a bordo- un japonés y tres rusos.

Dragon también transporta comida (entre los alimentos hay, extrañamente, helados), ropa y otros suministros.

La cápsula de SpaceX, la única capaz en la actualidad de regresar carga a tierra, retornará con 562 kilos, incluyendo 333 kilos de materiales científicos y 229 kilos de equipamiento usado en la estación.

Su regreso a tierra se espera para el 28 de octubre, cuando está previsto que se pose con paracaídas en el Océano Pacífico frente a las costas del sur de California.

La NASA apuesta a que SpaceX y otras empresas privadas tomen el relevo de los transbordadores espaciales, cuyo último vuelo fue en julio de 2011, para el abastecimiento de la ISS, y para el transporte de astronautas en 2015.

La agencia espacial también celebró un contrato de reabastecimiento de la ISS, de 1.900 millones dólares, con Orbital Sciences Corporation, la cual hará su primer vuelo de prueba en los próximos meses desde la nueva base espacial en la costa de Virginia (este de Estados Unidos).

SpaceX, Boeing y Sierra Nevada fueron recientemente seleccionadas por la NASA para desarrollar una nave espacial privada que traslade personas hacia la ISS, así como hacia otros destinos orbitales.

Por el momento, Estados Unidos depende de los Soyuz rusos para trasladar a sus astronautas a la ISS, a 63 millones de dólares el pasaje.

Para la carga, Estados Unidos sigue dependiendo de las naves automáticas europeas ATV, las japonesas HTV y las rusas Progress. Pero éstas sólo pueden llevar carga a la ISS, no regresarla, ya que, tras cumplir su misión, se detruyen al ingresar en la atmósfera.