La deuda española aumentará a 85,3% del PIB en 2012, y a 90,5% en 2013, mucho más que las previsiones, mientras que el déficit público en 2011, previsto en 8,9% del PIB, fue revisado a 9,44%, y en 2012 alcanzará 7,4%, más del 6,3% prometido a Europa, indicó este sábado el gobierno.

La deuda española, que en 2011 terminó a un nivel relativamente bajo en la Unión Europea (68,5% del PIB), va a aumentar fuertemente en 2012 debido principalmente a las necesidades de financiamiento bruto de 207.173 millones en 2012 (48.020 millones netos). Esto, en un contexto de tensiones de los mercados, que están esperando que España pida un rescate de Europa.

“Los presupuestos deben servir de palanca para superar esta crisis y recuperar la confianza en España (…) La tarea del gobierno es despejar incertidumbres sobre la economía”, explicó el ministro español de Hacienda, Cristóbal Montoro, tras entregar al parlamento el proyecto de presupuestos para 2013.

“Estos presupuestos deben abrir el camino del crecimiento y de la creación de empleo en nuestro país”, añadió Montoro, en momentos en que España está en recesión y sufre la tasa de desempleo más alta del mundo industrializado (24,63 %).

Por su parte, la revisión al alza del déficit para 2012 y 2013 se explica por las ayudas públicas a los bancos, fragilizados tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, indicó el ministro.

Estas ayudas, sin embargo, “no computan en la consideración de déficit excesivo” de la Unión Europea, porque “son recursos públicos que las entidades se comprometen a devolver”, afirmó el ministro, pocos días antes de que su gobierno remita estos datos al instituto europeo de estadística, Eurostat.

El proyecto presupuestario para 2013 incluye nuevas medidas de austeridad, como el recorte de las prestaciones por desempleo, que disminuirán en un 6,3%. También se reducirán un 8,9% de media los presupuestos de varios ministerios: el del ministerio de la Industria disminuirá un 21,3%, el de Agricultura 25,4% y los de Educación, Cultura y Deportes un 17,2%.

La familia real deberá, además, unirse al esfuerzo nacional, con una disminución de su presupuesto del 4%, según los presupuestos.