Los talibanes atacaron un aeródromo en Afganistán en protesta contra la película juzgada antiislámica, matando a dos soldados estadounidenses en la base donde está desplegado el príncipe Harry, a quien prometieron matar, indicaron este sábado fuentes militares.

Los talibanes, que lideran una insurgencia que ya dura 10 años contra los 117.000 soldados de la OTAN desplegados en Afganistán, reivindicaron el ataque, que llevaron a cabo para vengar la difusión de una película estadounidense que consideran insultante para el islam y que ya provocó violentas protestas en Oriente Medio y el norte de África.

El ataque, llevado a cabo con fusiles y cohetes, contra Camp Bastion, ubicado en la inestable provincia de Helmand (sur), comenzó el viernes a las 22H15, hora local (14:45 en Chile) y la base fue despejada este sábado por la mañana, dijo el comandante Adam Wojack, portavoz militar.

Por su parte, otro oficial confirmó que el príncipe Enrique se encontraba bien. Aunque los talibanes juraron matar al tercero en la línea de sucesión al trono británico, uno de sus portavoces dijo a la AFP que el asalto “no tenía nada que ver con el príncipe”.

“Los insurgentes, que llevaron a cabo el ataque, no estuvieron en ningún momento cerca del capitán Wales (el príncipe Enrique), quien se encontraba a salvo con otro miembros del ejército británico y de la ISAF”, informó el ministerio británico de Defensa en un comunicado el sábado.

“Alrededor de la base hay un campo de trigo en el cual se escondieron. Después, un kamikaze a pie se inmoló contra el muro de la base, abriendo un agujero por el que penetraron otros 16 atacantes”, explicó el general Sayed Malok.

“Tan pronto como entraron en la base, el combate empezó. Las fuerzas afganas no se vieron implicadas, solo ayudaron a apagar el fuego”, dijo Malok a la AFP.

Según esta misma fuente, 18 insurgentes murieron, entre ellos uno que detonó una chaqueta con explosivos, y otro fue herido y capturado. Todos llevaban ropa de camuflaje y el portavoz no pudo confirmar si se trataba o no de uniformes del ejército afgano.

Los daños materiales son elevados. Un depósito de combustible y un hangar se incendiaron durante el ataque y hubo que esperar hasta el amanecer para que se extinguiera el fuego, dijo la fuente.

No se proporcionó ninguna información sobre el número de aviones dañados.

Venganza por el filme antiislámico

Por su parte, un funcionario estadounidense de Defensa, que pidió el anonimato, declaró que dos soldados norteamericanos murieron en el ataque. “Menos de cinco hombres”, cuya nacionalidad no fue precisada, resultaron heridos, dijo a la AFP el sargento Bob Barko Jr, del centro de prensa de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF).

Este ataque vuelve a plantear serios interrogantes sobre la manera en que los insurgentes consiguieron penetrar en un centro logístico de esta envergadura situado en el desierto. Todavía no está claro si los insurgentes tuvieron ayuda en el interior de la base.

Un portavoz talibán reivindicó que el ataque fue llevado a cabo en venganza por la película de bajo presupuesto estadounidense que podía verse en YouTube, “La inocencia de los musulmanes”, que ocasionó protestas mortales en Yemen, Libia y Sudan y manifestaciones en otros muchos países.

“Varios combatientes muyahidines llevaron a cabo ataques suicidas en Camp Bastion, en Helmand, en venganza por la insultante película estadounidense”, dijo a la AFP el portavoz Qari Yusuf Ahmadi, contactado por teléfono.

Los talibanes juraron esta semana matar al príncipe Enrique, piloto de helicóptero de combate en el ejército británico, que ha vuelto a Afganistán para realizar una segunda misión militar y que este sábado cumple 28 años.

La ISAF dijo estar evaluando el alcance de los daños en la base, pero aseguró que el príncipe no se vio afectado. “No estuvo en peligro”, señaló el sargento Barko. El príncipe Enrique pasará cuatro meses destacado en esta base.

Los talibanes intensificaron sus ataques, mientras la OTAN transfiere la responsabilidad a las fuerzas afganas y acelera una retirada gradual de tropas que culminará con la marcha de la mayoría de las tropas occidentales antes de finales de 2014.

El sábado, un supuesto miembro de la policía local afgana mató a tiros a dos militares extranjeros también en la provincia de Helmand, la más inestable del país, antes de ser tiroteado. No se ha divulgado la nacionalidad de los muertos.

Más de 327 soldados occidentales han muerto en Afganistán en lo que va de año, según la página web iCasualties, 250 de ellos estadounidenses.