La Santa Sede condenó este jueves “la actividad de las organizaciones terroristas” que desembocó en la muerte del embajador estadounidense en Libia, tras haber denunciado la víspera las “provocaciones injustificadas” contra el Islam que desencadenan actos violentos.

En un segundo comunicado en menos de 24 horas, el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, expresó “la más firme condena” de este “gravísimo atentado” recordando que “nada (puede) justificar la actividad de las organizaciones terroristas y la violencia homicida”.

Implícitamente, la Santa Sede parece dar más crédito a la tesis de un ataque organizado que a la de un movimiento popular espontáneo por la difusión de la película antiislámica “La inocencia de los musulmanes” en internet.