Muchas veces vemos que parejas que pensábamos eran “inseparables” terminan su relación y no entendemos por qué. En este sentido, los especialistas Peter L. Sheras y Phyllis R. Koch-Sheras, ambos psicólogos clínicos y doctores en filosofía, explican que el problema puede estar en que el enfoque de las personas no se encuentra en la relación, sino que en cada uno como seres individuales.

Ellos explicaron esto poniendo como ejemplo a las parejas de Hollywood, quienes deben soportar una presión tremenda. “No sólo necesitan mantener su calidad de estrellas individuales, además deben mantener una conexión con la familia y sus propias vidas, ante la atenta mirada de los medios de comunicación. Mientras, son bombardeados constantemente por las tentaciones a su alrededor. Estas tentaciones no son necesariamente diferentes de lo que la gente común enfrenta, considerando la limitada cantidad de tiempo que pasan con sus parejas”, indican.

Según los expertos, en nuestra narcisista sociedad actual “existe una tensión natural entre el individualismo y el colectivismo que representa ser una pareja”.

Por ello, para soportar los desafíos y mantener una placentera vida en pareja, los expertos indican que hacen falta las “4C”: compromiso, cooperación, comunicación y comunidad. “Todos juntos y en ese orden”, afirman, agregando que constituyen el camino para una “relación sana y amorosa”.

“(Esto es) la suma de lo que las parejas tienen en conjunto, es mucho más que la simple suma de los dos individuos”.

Con respecto al primer punto, el compromiso, expresan que no es sólo para la otra persona, sino para la pareja como una entidad propia. Es decir, pensar en lo que se necesita para crecer como equipo.

“Estar en una relación es ser parte de una alianza y esto requiere la cooperación. Es un compromiso en la acción y requiere el reconocimiento de las fortalezas de cada individuo. Es esencial para el individuo para superar su propio interés de cooperar con su pareja, esto permite a cada uno encontrar una manera de estar satisfecho sin sentirse privados de sus propias necesidades. Lo que podría parecer a primera vista como incompatibilidad es en realidad la diversidad y versatilidad”, explican.

Es en esta parte que entra en juego la comunicación. “Es el tercer elemento, no el primero, como muchos piensan, ya que sin la base firme de compromiso y cooperación, las palabras pueden hacer más mal que bien. Si, por ejemplo, nos concentramos en una comunicación clara en primer lugar, podemos utilizarla para atacar, culpar, criticar y dañar el uno al otro, lo que sólo sirve para reforzar las líneas de batalla. Para que la comunicación sea realmente útil y exitosa, debemos comprometernos a comunicar de manera responsable, trabajando juntos como un equipo para alcanzar una meta común. La buena comunicación se convierte en el vehículo para recoger los frutos de la relación”, señalan.

Y por último, está la comunidad. “Esta tarea, cuando se logra, se une todo. Las parejas en el mundo actual no tienen mucho apoyo. Y sin el apoyo de otros -de una comunidad donde la relación es valorada- es probable que las parejas se sientan aisladas o abrumadas y los dos miembros de la misma puedan buscar ayuda por separado, lo que sólo los puede desalentar más o incluso separarlos”, manifiestan.

“En nuestra experiencia como psicólogos clínicos que tratan parejas por más de 35 años, (notamos) que un pueblo no sólo debe estar apto para criar a un niño, también para nutrir y apoyar a una pareja. La clave de la alegría y de la relación duradera es un sentido de comunidad con otras parejas”, finalizan.

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