Un grupo de científicos descubrió una mutación genética asociada al llamado “trote enganchado” de los caballos, una manera que tienen estos animales de ir lo más rápido posible sin ponerse al galope, indicó la revista científica británica Nature.

Los resultados de esta investigación podrían tener rápidamente consecuencias prácticas para los criadores ya que los científicos tienen previsto poner a la venta el jueves un test genético para detectar esta capacidad en los caballos.

Los tres movimientos naturales del caballo son, por orden de velocidad, el paso, el trote y el galope.

Algunos caballos son capaces además, de forma natural, de realizar otros movimientos como el llamado de portante, muy apreciado por las amazonas, un movimiento en dos tiempos en el que el caballo avanza con sus bípedos laterales (las dos piernas en el mismo lado).

O también el “tölt”, un movimiento específico de los caballos islandeses que mantienen continuamente un pie en contacto con el suelo, lo que asegura una gran comodidad al jinete.

Los investigadores de la universidad sueca de Uppsala estudiaron las características genéticas que pueden explicar por qué algunos caballos islandeses tenían un movimiento de tipo portante de forma natural y otros no.

Y así pudieron demostrar que una mutación del gen DMRT3, que produce una forma truncada de la proteína del mismo nombre, está asociada a la capacidad de ir al portante.

Este proteína tiene un papel “crucial en la coordinación del movimiento de las piernas de los vertebrados”, explicó a la l’AFP el profesor Leif Andersson, uno de los autores del estudio.