Una explosión en el sureste de Turquía interrumpió el flujo de crudo por el oleoducto que une a Kirkuk, en el norte de Irak, con el puerto mediterráneo turco de Ceyhan, anunciaron este lunes las autoridades turcas, que sospechan de los rebeldes seperatistas kurdos.

La explosión afectó al oleoducto Kirkuk-Ceyhan en la provincia de Mardin cerca de la frontera de Turquía con Siria. Su reparación llevará unos 10 días, dijo un funcionario del ministerio de Energía, que pidió el anonimato.

El incidente, que parece ser un acto de “sabotaje” de los rebeldes kurdos, también provocó un incendio que estaba controlado, según otra fuente del ministerio.

Militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado como un grupo terrorista por Turquía y buena parte de la comunidad internacional, han saboteado el oleoducto en varias ocasiones como parte de su campaña contra el gobierno de Ankara.

El oleoducto también ha sido blanco de numerosos ataques de los insurgentes sunitas árabes en Irak desde la invasión internacional liderada por Estados Unidos en 2003.

El oleoducto, de 970 km, transporta entre 450.000 y 500.000 barriles de crudo diarios.