El urólogo de la Clínica Cordillera, Juan Pablo Barroso, advirtió que el consumo excesivo de carnes, sal, el bajo consumo de líquido y, en algunos casos, el factor hereditario, son las principales causas de los cálculos renales.

El facultativo explicó que el fenómeno se produce por la acumulación de cristales y sales minerales en los riñones. Cuando las partículas se encuentran alojadas en este órgano no causan síntomas ni requieren tratamiento, pero al intentar trasladarse a la vejiga se producen los cólicos renales que se interpretan como un dolor significativo que comienza en la región lumbar y se irradia a la parte inferior del abdomen y los genitales.

“En el 90% de los casos la eliminación de los cálculos renales son espontáneos entre un periodo de cuatro a cinco días. Generalmente no miden más de 5 milímetros y se eliminan de forma natural. En el caso que el tamaño de las ‘piedrecitas’ sean mayores, es necesario someterse a una operación para fragmentarlos a través de una punción en la pared lumbar”, explicó el urólogo.

Aunque esta enfermedad aqueja principalmente a los hombres, las mujeres también tienen riesgos de padecerla y puede presentarse con gravedad en el caso de las embarazadas, llevándolas incluso, a un parto prematuro o, en el peor de los escenarios, a la pérdida espontánea de la guagua.

Para las personas que poseen un riñón, sufrir la enfermedad puede ser peligroso debido a que se podría generar un daño irreversible.

“Estos pacientes deben hacerse chequeos médicos por lo menos una vez al año para descartar esta patología ya que pueden comprometer el órgano con infecciones y/u obstrucciones”, afirmó el especialista.

Los síntomas más comunes de padecer cálculos renales son los dolores lumbares, presencia de sangre en la orina, fiebre en el caso de padecer alguna infección, urgencia imperante de orinar y dificultad para realizar la micción.

Como tratamiento, el doctor Barroso recomendó tratarse con un especialista quien les recetará analgésicos, antinflamatorios no esteroideos (ketoprofeno, ibuprofeno, entre otros), calor local (tina caliente) e ingerir líquido.

Para evitar los cálculos renales, el urólogo aconseja consumir líquido en abundancia (2,5 a 3 litros de líquido diario), ingerir 100 a 150 cc de jugo de limón al día, regularizar la dieta alimenticia, ingiriendo bajas dosis de sal y moderando el consumo de carnes rojas.