Tres presuntos miembros de Al Qaida sospechosos de preparar un atentado fueron detenidos en España con explosivos capaces de “destruir un autobús” en una de las mayores operaciones contra la red islamista a nivel internacional, anunció el jueves el ministro español del Interior.

“Hay indicios claros que los arrestados pudieran estar planificando un atentado en España y/o en Europa”, dijo el ministro, Jorge Fernández Díaz, en rueda de prensa.

Se trata de “una de las mayores investigaciones que se han realizado hasta el momento contra la organización terrorista Al Qaida, a nivel internacional”, destacó.

“Material explosivo”, añadió, “particularmente destructivo” y en cantidades suficientes para “destruir un autobús” fue descubierto en el apartamento de La Línea de la Concepción, una ciudad de Andalucía, en el sur del país, donde uno de los tres hombres fue detenido.

Estas detenciones se suman a los varios golpes policiales a medios yihadistas dados en los últimos años en España, tras los atentados islamistas que causaron 191 muertos en los trenes de cercanías de Madrid el 11 de marzo de 2004.

Pero es la primera vez que las autoridades dan cuenta, de una manera tan precisa, de un proyecto de atentado abortado.

Dos de los sospechosos, oriundos “de ex repúblicas soviéticas”, serían “miembros de Al Qaida, personas extremadamente peligrosas”, afirmó Fernández Díaz. Fueron detenidos en la provincia de Ciudad Real, al sur de Madrid, precisó.

Uno de ellos “es una persona importante en la estructura de Al Qaida a nivel internacional”, añadió.

Según la prensa española, los detenidos son dos chechenos o un checheno y un ruso.

El tercer sospechoso, detenido en La Línea de la Concepción, es un “facilitador” de la red de nacionalidad turca, informó Fernández Díaz.

En cambio, el ministro “desmintió” que el trío se hallara en poder de veneno, como había afirmado la prensa local en un primer momento.

El responsable rehusó sin embargo confirmar informaciones que hablaban de posibles lazos de los detenidos con el grupo islamista basado en Pakistán Lashkar-e-Taiba (LeT), acusado del atentado de Bombay, la capital económica de India, en 2008, que causó un total de 166 muertos y más de 300 heridos.

El caso fue confiado a un juez de la Audiencia Nacional, la principal instancia penal española, que trata los casos de terrorismo.

Desde los atentados de 2004 tuvieron lugar varios arrestos de militantes islamistas radicales en diferentes regiones de España, sobre todo en Cataluña, en el noreste, y en Valencia, en el este del país.

En junio, la policía detuvo en Melilla, enclave español situado en el extremo norte de Marruecos, a dos españoles presuntos miembros de una célula islamista radical, sospechosos de haber torturado y asesinado en 2008 a dos hombres que intentaron abandonar dicho grupo.

El ministro del Interior dijo entonces que los dos sospechosos pertenecían al mismo movimiento radical que los islamistas que se habían inmolado en Leganés, cerca de Madrid, el 3 de abril del 2004, tres semanas después del atentado del 11 de marzo.

En marzo pasado, la justicia española también detuvo provisoriamente a un saudita arrestado en Valencia por el delito de “presunta pertenencia a una organización terrorista” próxima a Al Qaida.

Este individuo era sospechoso de ser miembro, al menos desde 2005, de una organización llamada “Red Ansar Al Muyahidin (RAAM)” que gestionaba páginas web en internet con el fin de “reclutar, adoctrinar y radicalizar a simpatizantes para la lucha armada”.