Cada vez que Rahael viene a Chile, y lo viene haciendo en forma regular por más de cuatro décadas, responde en cualquier escenario como grande que es, confirmando en todas partes que es uno de los mejores cantantes populares de habla hispana de todos los tiempos.

A poco más de un año de su última visita a Chile, Raphael ha vuelto a convocar a un público que ha agotado todas las entradas, esta vez en cinco ciudades.

La gira empezó por Talca y Valparaíso -a tablero vuelto- y luego todo siguió igual en el Teatro de la Universidad de Concepción y en Puerto Montt.

La noche del sábado lo hizo en el Movistar Arena de Santiago, ante unas 12 mil personas que colmaron sus butacas y gozaron, de principio a fin, por más de dos horas y media y con salidas extras a escena al final, media docena de veces, con su nuevo show titulado “Lo Mejor de Mi Vida”.

Culminó así un periplo reservado sólo para los artistas excluyentes y además con la convicción y deseo de hacer posible su espectáculo en las regiones de cada país que visita como ya ocurrió en México (en 17 ciudades), Colombia y Argentina.

Este recital fue un incesante paseo por el escenario, éxito tras éxito, junto al histrionismo característico de Raphael, que lo han convertido en uno de los artistas más queridos y esperados por el público chileno.

En un concierto íntimo, sólo acompañado al piano por el inspirado maestro argentino Juan Pietranera, el artista español presentó su último trabajo “El Reencuentro”, uno de los discos más esperados del año.

En este álbum, publicado en América Latina y España a fines de abril,
Raphael volvió a trabajar con Manuel Alejandro tras 28 años, y en este nuevo tour que lo trajo a Chile decidió dejar fuera las vistosas escenografías y orquesta, para recargar todo el peso del espectáculo en su voz, que durante más de dos horas y media dejó en claro que el tiempo no pasa por él. Unas escalinatas dobles, una hermosa iluminación junto a un piano, fueron suficientes para la velada, que ha dejado a su público con ganas de escuchar más de sus éxitos.

La velada se inició con “A veces me pregunto”. “La voz por el teléfono dirá: ‘¡Despierta! Raphael’, que él cantó en medio de aplausos, que lo acompañarían durante toda su presentación.

Luego vinieron “Mi gran noche”, “Digan lo que digan”, “La noche”, “Balada para un loco” y varias novedades y temas de sus comienzos en los escenarios, hasta llegar a sus canciones de siempre, en especial las que llama las “joyas de la corona”, que para él compuso Manuel Alejandro e interpretó temas de su último disco “El reencuentro”: “Enfadados”, “Cuatro estrellas” y “Eso que llaman amor”.

Siguieron “Estuve enamorado”, “Cuando tú no estás”, “Maravilloso corazón”, “Somos”, “Adoro” y “Payaso”.

También, “Er Niño” apeló a la recuerdos, cuando interpretó una ronda de tangos: “Nostalgias”, un imponente “Volver”, que cantó a la par de la voz de Carlos Gardel que salía de una antigua radio y “Cuesta Abajo”.

“Para volver a volver”, “Un día más”, “En carne viva” dieron paso al celebrado hit “Escándalo”. El show tuvo su bis y cerró con “Ámame”, “Qué sabe nadie”, “Balada triste de trompeta”, “Yo soy aquel” y “Como yo te amo”.

En total, más de 30 canciones para un público que se fue feliz y agradecido, a pesar de la copiosa lluvia que por momentos cayó sobre el Parque O’Higgins.