Las franjas que cruzan al planeta por completo son ‘turbulentas corrientes en chorro’, en donde los vientos soplan de manera más violenta.

Se recopilaron imágenes de este planeta a través de ‘Cassini’ de la NASA y la Agencia Espacial Europea ‘ESA’.

Según se puede interpretar de este material, la condensación de agua provoca el calentamiento interno de Saturno. Esto crea diferencia en las temperaturas dando nacimiento a una especie de remolinos que mueven el aire hacia delante y atrás.

Se logró llegar a estas conclusiones tras un trabajo en conjunto, el que será publicado el próximo mes en la revista Icarus. Allí, especialistas de la NASA, indican que el calor interno de Saturno es el encargado de impulsar las corrientes.

Según rescata ABC.es, Carolyn Porco, del Instituto de Ciencia Espacial en Boulder, señaló que “es muy gratificante ver que por fin estamos comenzando a entender los procesos atmosféricos que hacen a la Tierra similar, y también diferente, de otros planetas”.