El nuevo hallazgo de unas 2 mil aves marinas muertas en la playa de Santo Domingo en la Región de Valparaíso, el pasado fin de semana, reabre el debate acerca de la mínima selectividad de las redes de enmalle de los pescadores artesanales, las cuales serían la causa de este hecho.

Sergio Vera, vicepresidente de la Federación de Tripulantes de Chile (Fetrinech), recordó que llevan más de 3 años denunciando esta situación “y aún, ni la autoridad competente, ni el Parlamento, toman cartas en el asunto”.

Explicó que la muerte de aves es común durante las faenas de naves artesanales, ya que van a las redes en busca de alimento, quedan atrapadas, se ahogan y luego son arrojadas al mar por los propios pescadores (descarte).

“Lamentablemente las autoridades insisten en preocuparse de darles cuotas de pesca y bonos familiares, pero no de regular cómo desarrollan la actividad, aunque siempre con el discurso de la ‘sustentabilidad’ por delante”, dijo Vera.

Lo ocurrido recientemente en las costas del litoral central no es un caso aislado. Vera recordó que en mayo de 2010 cerca de mil 500 fardelas negras fueron encontradas muertas en la comuna de Cobquecura, mientras que en marzo de 2009, en la Bahía de Queule, se produjo el hallazgo de 700 pingüinos muertos por asfixia.

“Ya son muchos casos, es necesario regular ahora el uso de estas redes. Hago un nuevo llamado a la Subsecretaría de Pesca y a los parlamentarios para que actúen y a las ONG´s ambientalistas que apoyan a los pescadores artesanales para que se manifiesten en contra de estas repudiables acciones. No es casual que las redes de enmalle estén prohibidas en los países pesqueros relevantes, Chile no puede hacerse el ciego ante esta realidad”, conlcuyó Vera.