La segunda planta de una antigua casa en el centro de Rio de Janeiro se derrumbó el martes sin dejar víctimas, en un accidente que recuerda el colapso de tres edificios en enero y la vulnerable infraestructura de esta ciudad, sede de grandes eventos en los próximos años.

El inmueble, de dos pisos y de más de 100 años de antigüedad, estaba ubicado en el turístico barrio de Lapa y era patrimonio histórico de la ciudad. El incidente se registró cerca de las 08:20 locales (07:20 en Chile) y, según testigos, se escuchó un fuerte ruido con el derrumbe y una nube de polvo cubrió la zona.

Los bomberos informaron que no hay registro de víctimas y que dos personas presentaron heridas leves, según reportes de prensa.

El inmueble era propiedad del ‘cordao de Bola Preta’, el gigantesco bloco de carnaval que reunió este año a más de dos millones de personas en su tradicional fiesta callejera en el centro de Rio.

“Ese inmueble que se cayó no era utilizado, pasaría por obras de recuperación. Nunca fue utilizado para ninguna actividad de Bola Preta. En algún momento sirvió de depósito, pero de unos ocho meses para acá ni para eso servía más”, dijo a la televisión Globo el presidente del bloco, Pedro Ernesto Marinho.

La alcaldía tenía previsto invertir 1,2 millones de dólares para reformar la casa, pero la obra no se ejecutó por una pelea judicial entre los socios del bloco y los antiguos propietarios del inmueble.

El incidente se produjo a un kilómetro del lugar donde otros tres edificios, de veinte, diez y cuatro pisos, colapsaron la noche del 26 de enero casi de manera simultánea por un problema estructural. En ese accidente, 22 personas murieron.

La tragedia encendió la alarma sobre la antigua y obsoleta infraestructura de Rio de Janeiro, que se prepara para recibir el Mundial de Fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016, pero antes la cumbre ambiental de la ONU Rio+20 en julio y la visita del papa Benedicto XVI en 2013.

Según el Consejo Regional de Ingeniería y Arquitectura de Rio de Janeiro (CREA-RJ), otros 100 edificios antiguos de la ciudad corren riesgo de colapsar por el pésimo estado de conservación que presentan.

“Es una centena de edificios, muchos en los barrios más antiguos que están en un estado lamentable”, alertó el presidente del CREA-RJ, Agostinho Guerreiro.

Según Guerreiro, hace un mes advertieron del riesgo que corría el edificio en Lapa.