Pakistán expulsó con destino a Arabia Saudita a las tres viudas y a la decena de hijos de Osama Bin Laden, detenidos desde la muerte del jefe de Al Qaida hace casi un año en una operación militar estadounidense.

En un comunicado anterior el ministerio había informado de haber “ordenado la expulsión de 14 miembros de la familia de Osama Bin Laden en aplicación de las decisiones de la justicia” paquistaní, y que el lugar de destino era “el país de su elección, Arabia Saudita”.

Un comando de las fuerzas especiales estadounidenses mató el pasado 2 de mayo al líder de Al Qaida, durante el asalto a la vivienda donde Bin Laden residía junto a sus mujeres e hijos en Abbottabad, en el norte del mencionado país.

Los soldados norteamericanos se llevaron el cadáver de Bin Laden y dejaron a su familia en la vivienda, cuyos miembros fueron posteriormente detenidos por las autoridades paquistaníes.

Después de diez meses de detención sin un motivo oficial, las tres mujeres – dos saudíes y una yemení- fueron condenadas a 45 días de cárcel por estancia ilegal en Pakistán, una pena que acabaron de purgar hace 10 días, y a ser expulsadas a sus países de origen junto con sus hijos.