Dos agentes del servicio secreto que protege al presidente estadounidense Barack Obama renunciaron a raíz del escándalo de prostitución ocurrido en Colombia, y un tercero está en proceso de despido, informó el martes un alto funcionario de ese cuerpo.

“Otros dos empleados fueron limpiados de toda sospecha de falta grave, pero deberán enfrentar medidas administrativas”, indicó el jefe adjunto del servicio secreto, Paul Morrissey, en un comunicado.

Anteriormente, otro agente ya había sido exculpado y a otro se le habían retirado sus acreditaciones, una etepa susceptible de conducir al despido, agregó Morrissey.

En total, nueve agentes del servicio secreto de Estados Unidos perdieron su empleo o abandonarán próximamente esta policía de elite tras haber mantenido relaciones con una veintena de prostitutas en la ciudad colombiana de Cartagena en el hotel en que se alojaban, antes de la llegada del presidente Obama para participar en la cumbre de las Américas, realizada el 14 y 15 de abril.

Unos 12 agentes estaban implicados en el escándalo y fueron investigados sobre su participación en el mismo. Con el anuncio de este martes, todos los casos han sido tratados.

Sin embargo, Morrissey subrayó que el servicio secreto “no dudará en tomar las medidas apropiadas si nuevas informaciones surgieran” al respecto.

Doce integrantes del Ejército, así como uno de la Agencia de comunicaciones de la Casa Blanca, están asimismo siendo investigados por el Pentágono.

Obama calificó el martes de “cretinos” a los agentes del servicio secreto que frecuentaron prostitutas, al tiempo que saludó el profesionalismo del cuerpo.

“Hacen un trabajo increíble. Me protegen y protegen a nuestras hijas”, dijo durante la grabación de un programa televisivo en Chapel Hill (Carolina del Norte, sudeste), la primera vez en nueve días que el presidente se expresó sobre este tema.