En una entrevista al semanario The Clinic, el senador del PPD, Eugenio Tuma, explicó sus razones para respaldar un controversial proyecto de ley que busca restringir la venta de videojuegos en Chile, prohibiendo que menores de edad puedan adquirir títulos considerados excesivamente violentos o con temas sexuales.

El proyecto ha sido criticado por grupos de jugadores (gamers), quienes han expresado su preocupación de que este proyecto acabe instituyendo una censura en contra de los videojuegos.

Para Tuma sin embargo, se trata de un proyecto que sólo busca normar las condiciones de venta de los productos. “Esto no es una censura, sino que una regulación. Un control para evitar que los menores de edad tengan acceso a comprar o arrendar videojuegos excesivamente violentos”, indicó el parlamentario.

Entre sus razones para apoyar la normativa, el senador por La Araucanía indica una experiencia cercana: haber sido sorprendido por los niveles de violencia del juego “Grand Theft Auto” (GTA) que estaba jugando su hijo.

“(Mi hijo estaba) jugando un asunto donde aparece un joven que es un delincuente. Se acerca a un auto, golpea al conductor y se lo roba. Después dispara, mata y atropella. Todo esto con un realismo terrible, en que salta la sangre por toda la pantalla”, relata a The Clinic.

En efecto, GTA es uno de los títulos más exitosos pero también más controversiales de la historia de los videojuegos, donde el personaje principal es un criminal que debe llevar a cabo una serie de acciones -con frecuencia reñidas con la ley- con el fin de escalar posiciones. En Estados Unidos está clasificado como “Mature”, es decir, apropiado sólo para mayores de 17 años.

“En el video, se ve que el delincuente es muy hábil, mientras los policías son todos tontos. Eso termina estimulando un comportamiento que puede ser distorsionador para la formación de un joven. No es admisible que se establezca al delincuente como un héroe”, añade Tuma.

Grand Theft Auto | Rockstar Games

Grand Theft Auto | Rockstar Games

Bajo el proyecto, ingresado a la cámara en 2007 pero cuya aprobación se espera para este año, se establecerá una especie de “semáforo” que clasifique los diferentes títulos. Con el color verde se indicará los juegos aptos para todo público; con amarillo, los ligeramente violentos, para mayores de 12 años; y finalmente con color rojo los de alto nivel de violencia, restringidos a mayores de 18 años.

“He visto juegos con un nivel de violencia tan intenso, que superan a películas de guerra con sangre a borbotones. Ese jueguito del ladrón de autos, es peor que Rambo”, concluye Tuma.

Las curiosas descripciones del proyecto de ley

Uno de los aspectos más llamativos del proyecto de ley son las descripciones que los parlamentarios hacen de los videojuegos más cuestionados. En ellas no sólo yerran la identificación de las compañías tras los juegos (“Resident Evil” es un juego de Capcom, no de Nintendo), sino que vinculan directamente las acciones de los videojuegos violentos con posibles conductas violentas o incluso suicidas, algo que no ha podido establecerse con certeza científica.

“El famoso GTA (Grand Theft Auto) San Andreas. Donde el protagonista es un ex convicto que debe intentar convertirse en el nuevo rey del crimen en la ciudad, cometiendo todo tipo de delitos para poder ganar puntos, a lo cual se ha sumado la tendencia de muchos niños de repetir en la vida real las misiones violentas contenidas en dicho juego, como lo demuestran los innumerables videos contenidos en Internet (YouTube) que intentan imitar las misiones de este criminal protagonista”.

“El juego Resident Evil 4, de Nintendo, que no sólo exacerba la violencia extrema en el desarrollo del mismo, sino que promueve conductas suicidas con frases tan decidoras como morir es vivir expresadas por monjes en rituales con características satánicas”.