En la penúltima jornada del Festival de Viña del Mar, la batalla del rating con el reality show “Mundos Opuestos” estuvo muy peleada, en una noche marcada por el romanticismo de Luis Fonsi, los problemas técnicos y la energía en el escenario de Rosana, y la bachata de Prince Royce.

El periodista de espectáculos, Jorge Tapia, aseguró a La Radio que la dura competencia por el rating entre el Festival y Mundos Opuestos, significa que la hegemonía del festival, que antes era la única opción para muchos televidentes, ya está puesta en riesgo. Por eso aconsejó a los organizadores a que dejen “de mirarse el ombligo” y que deben darse cuenta que ahora la gente tiene otras opciones.

Sobre la numerosa entrega de premios, frecuente tema de polémica a lo largo de la historia reciente del certamen, el especialista sentenció que se les perdió el respeto al entregarlos de manera tan frecuente, ya que de esta manera se vuelven recuerdos. Tapia argumentó que si no se arregla esta situación, los premios van a “morir de forma indigna”.

En cuanto a los animadores, el experto opinó que estos no tienen un plan B para manejar las crisis, rol que según Tapia debe recaer en Rafael Araneda, ya que “a Eva Gómez le falta espontaneidad con el público”.

Para Tapia, el cantante portorriqueño Luis Fonsi estuvo blando, pero cumplió con lo que tenía que hacer, que era cantar baladas de amor a sus fanáticas. Sobre la cantautora española Rosana, comentó que ella es enérgica, delirante, y que tuvo mucho oficio para salir del paso ante un error técnico impresentable. En cuanto a Prince Royce, sostuvo que es simpático y alegre, pero le falta mucho.

Escuche la entrevista realizada por Karen Cortés y Jorge Muñoz: