Para muchos hombres el matrimonio es sinónimo de perder su libertad y siquiera imaginarlo les produce un terrible dolor de cabeza. Esto contrario a lo que pasa con la mayoría de las mujeres, quienes pese a saber que esta institución está en decadencia, no dejan de soñar con entrar vestidas de blanco a la Iglesia y tener una boda de ensueño. Si dudas que tu pareja quiera alguna vez contraer el sagrado vínculo, te presentamos aquí las personalidades que más lejanas están de hacerlo:

1. El inmaduro o eterno adolescente: Aquellos hombres que sólo piensan en pasarlo bien y tienen actitudes infantiles es difícil que se decidan a concretar un compromiso. Sólo pensar en que deberán trabajar más para mantener una familia y dejar las salidas nocturnas para llegar a casa a cuidar a los niños les provoca urticaria. Más aún si todavía viven en la casa de sus padres y pasan la tarde viendo dibujos animados.

2. El tacaño: Este tipo de hombre es el que reduce gastos al máximo y tiene un control minucioso de todo lo que compra, por lo que sería muy difícil que quiera contraer matrimonio ya que el sólo hecho de poner en riesgo su situación de estabilidad lo hace desistir de esta idea.

3. El trabajólico: Sólo piensa en cumplir sus metas personales y a medida que va concretando algunas nacen otros nuevos proyectos que atender. Formar una familia significa que deberá postergar sus aspiraciones y sólo le causaría frustración, por lo que prefiere mantenerse en soltería.

4. El narcisista: Es aquel que sólo piensa en su persona y le cuesta considerar a los demás como prioridad. No tiene interés por los sentimientos de los otros y para satisfacer su ego es capaz de caer en situaciones de infidelidad sin mayor remordimiento de conciencia. Claramente el matrimonio es opuesto a su filosofía de vida.

5. El hombre herido: Sufrió tanto por amor que teme resultar herido nuevamente, no quiere embarcarse en nuevas relaciones y sólo piensa en su antiguo amor que lo dañó, por lo que le es imposible superarlo. Si no es capaz de iniciar un pololeo menos podrá alguna vez pensar en matrimonio.