Todos valoramos bien nuestro dinero e intentamos ocuparlo de manera inteligente para no llegar a fin de mes con los bolsillos vacíos. Es por esto que muchos buscan diversas maneras de ahorrar en sus gastos cotidianos, pero también se deben tener en cuenta algunos consejos para ahorrar dinero a la hora de hacer las compras en el supermercado.

Si bien, los descuentos son siempre bien recibidos, a veces no son suficientes para ayudar a mantener el presupuesto bajo control. Acá algunos sencillos consejos para lograrlo, tal como recopilan Sarah Kallio y Stacey Krastins en su libro “Cocina Equipada”:

1. No ser dependiente de las marcas: Esto no quiere decir que se deba renunciar a comprar ciertas cosas de nuestras marcas favoritas, pero sí tener en cuenta que ciertos productos no varían mucho de la calidad según la marca. A veces los compradores cometemos el error de dejarnos llevar por las marcas con mejor publicidad, y terminamos comprando lo más caro, que no siempre es lo de mejor calidad.

2. Comprar a granel o packs de productos: En el caso de los granos y frijoles como el arroz, lentejas, porotos, se pueden comprar a granel según la cantidad que se necesite. A veces resulta mucho más caro comprar estos productos envasados, ya sea porque los venden con marcas (lo que sube su valor) o porque lo venden en cantidades mayores o menores de lo que uno necesita llevar, y se termina comprando de más, pagando sólo por el envase.

3. Comprar pan por hogaza o envasado: Aunque parezca increíble, es mucho más económico comprar el pan por hogaza o en paquetes familiares (como es el caso del pan de molde o pita). Esta es una medida útil sobre todo para quienes viven solos o para una familia de pocos integrantes, y es útil porque el pan envasado dura muchos días si se conserva bien y así se evita la pérdida de pan cuando sobra y se pone añejo. En el caso de las hogazas es similar, se corta lo que se consumirá y el resto puede ser envuelto en papel film para su conservación. Con esta técnica se puede ahorrar hasta un 10% de lo que se gasta comprando pan a diario en panaderías.

4. Comprar abarrotes en tiendas mayoristas: Al comprar los abarrotes en supermercados mayoristas, se puede ahorrar hasta un 30% de lo que se gasta comprando estos productos en un supermercado normal. Es decir, si compras 4 paquetes de tallarines al mes y cada uno sale $300 en el supermercado, gastarías $1.200 aproximadamente; en un supermercado mayorista puedes llevar la misma cantidad y de la misma marca a $900, ahorrando el precio de un paquete completo. Definitivamente, es mucho más conveniente.

5. Comprar las verduras en la feria o vega, en lugar de hacerlo en el supermercado: Las frutas y verduras en las ferias son mucho más baratas que en los supermercados por dos razones: la primera, porque se pueden comprar en la cantidad que cada persona quiera y en muchos puestos de estos alimentos venden X kilos por un precio considerablemente más económico que en el supermercado; otra razón, es porque en los supermercados están envasando los vegetales y las frutas se están vendiendo por cantidades, lo que es definitivamente más caro y poco conveniente.

6. No botar las sobras: Aunque algunas personas botan la comida que les sobra (o se la dan a sus mascotas), lo ideal para ahorrar es no botar nada y, si sobra comida de algún día, se puede utilizar para hacer alguna otra preparación para el día siguiente. Por ejemplo, si un día sobran tallarines y verduras, se pueden hacer tortilla y acompañar con ensalada o algo más, así se aprovecha el sobrante del día anterior y se ahorra dinero sin desperdiciar nada.

7. Plantar especias: Para ahorrar en especias como el orégano, cilantro, ají, perejil, ajo, etc., una buena forma es plantarlos en pequeños maceteros que se pueden tener incluso en espacios reducidos. Así, no sólo se tienen las especias frescas y al alcance de la mano, sino que se ahorra bastante dinero.