Los documentos hallados en la casa paquistaní de Abbottabad donde Osama bin Laden fue asesinado demuestran que antes de su muerte el jefe de Al Qaida ya no tenía ningún rol operacional en la organización, aseguró el miércoles una fuente que tuvo acceso a ellos.

Según esta fuente, que fue autorizada a estudiar todos los documentos y no puede ser identificada, los dos centenares de agendas, cuadernos, computadores y llaves USB recuperados en el lugar por el comando de las fuerzas especiales estadounidenses que mató al jefe de Al Qaida demuestran que “desde hacía mucho tiempo ya no estaba implicado en la gestión del día a día del comando”.

“Los escritos que hemos recuperado son en su mayoría opiniones generales, estilo ‘Hay que seguir atacando a Estados Unidos’ o ‘¿Podemos confiar en los shebab somalíes?’”, explicó la fuente a AFP.

“En una pequeña agenda con la tapa azul, de febrero de 2010, se pregunta si hay que promover a fulano, a quién nombrar en el lugar de otro muerto en un ataque con aviones no tripulados. Pero no hay nada sobre la gestión operativa de la organización”, añadió.

De acuerdo con la fuente, cerca de un tercio de los documentos llevados a Estados Unidos por los Navy Seals es sobre asuntos privados, como los esfuerzos de una de las mujeres de Bin Laden para encontrar marido para una de sus hijas.

“De todos modos, por razones de seguridad, solo recibía mensajeros una o dos veces por mes: ¿Cómo quieren gestionar un red en estas condiciones?”, agregó.

“El verdadero jefe operativo, el director ejecutivo de Al Qaida, que se ocupaba de la gestión en el día a día era Atiyah al Rahman. Su muerte es un gran éxito para Estados Unidos y una pérdida inestimable para la organización”, explicó.

Este libio, que utilizaba varios apodos, entre ellos “Al Misrati” -pues era originario de esta ciudad libia-, murió el pasado 22 de agosto en una ataque con aviones no tripulados en la zona tribal de Waziristán (noroeste de Pakistán).