Por lo menos 18 personas murieron y unas 30 fueron heridas el jueves en un atentado con coche bomba y un ataque contra las casas de los jefes de una milicia enemiga de Al Qaida en Irak, indicaron fuentes de seguridad de los hospitales.

Estos ataques tuvieron lugar en la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad, y coincidieron con la visita a Irak del vicepresidente norteamericano Joe Biden, mientras Estados Unidos se dispone a poner fin a ocho años de presencia en el país.

“Diez personas murieron y al menos 20 fueron heridas por la explosión de un coche bomba estacionado a poca distancia de un mercado de verduras en la localidad de Jales”, indicó un coronel del ejército iraquí que solicitó el anonimato.

Este balance fue confirmado por el Dr. Firas al Dulaimi del hospital general de Baquba, a donde fueron transportados “10 cadáveres y 25 personas heridas, entre las cuales había dos policías”.

En Jil al Saed, otra localidad de la provincia de Diyala, ocho personas, incluyendo a dos jefes de las milicias Sahwa y sus familias, fueron asesinadas por hombres armados, indicó el coronel iraquí.

El Dr. Taer Ali, del departamento de sanidad de la provincia de Diyala, confirmó este balance.

Por otra parte, una bomba escondida al borde de una ruta en el barrio Azamiya, en el centro de Bagdad, estalló hiriendo a cinco personas, según un responsable del ministerio del Interior.

Otra bomba colocada al paso de una patrulla policial en Taji (25 km al norte de Bagdad) dejó cuatro heridos, dos policías y dos civiles, según este responsable.