El Departamento de Estado estadounidense, encargado de decidir sobre si seguir adelante con un controversial oleoducto entre Estados Unidos y Canadá, fue blanco este jueves de nuevas acusaciones de parcialidad en favor del proyecto.

La organización ambientalista Friends of the Earth (FoE, Amigos de la Tierra) denunció la existencia de nuevos correos electrónicos -obtenidos a través de una ley sobre libertad de información- que muestran cierto grado de colusión entre diplomáticos de Estados Unidos y TransCanada, el consorcio que lleva el proyecto.

“Los funcionarios del departamento de Estado actuaron como si estuvieran en el mismo equipo que TransCanada”, dijo en un comunicado Damon Moglen, director de energía y clima de FoE.

Los correos electrónicos “sugieren que el departamento de Estado y TransCanada habrían coordinado una estrategia de medios”, subraya la ONG.

Washington ha puesto en marcha consultas sobre el oleoducto Keystone XL, de 2.700 km que se extendería desde las arenas bituminosas de la provincia canadiense de Alberta hasta el Golfo de México, en el sur de Estados Unidos.

Varios grupos ambientalistas y ciudadanos están luchando contra el oleoducto porque la explotación de las arenas petrolíferas no convencionales de Alberta requiere el uso de energía que produce un gran volumen de gases de efecto invernadero.

Los activistas anti-oleoducto obtuvieron una victoria el 10 de noviembre, con la decisión del gobierno de Barack Obama de postergar más de un año su decisión a fin de estudiar un nuevo trazado para evitar los ecosistemas frágiles en el estado de Nebraska (centro). Una propuesta que le permite, por cierto, posponer la decisión final hasta después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre de 2012.