Un sexagenario fue ejecutado este martes en Ohio (noreste de Estados Unidos) por la muerte de sus tres hijos, convirtiéndose en el primer detenido que murió en este estado en seis meses, según informaron las autoridades penitenciarias.

Reginal Brooks, un ciudadano negro de 66 años, fue declarado muerto por inyección letal a las 14h04 locales (19H04 GMT).

Se había negado a desayunar y vio a su hermano, un sacerdote, y sus abogados el lunes por la tarde.

Unas horas antes, la Corte Suprema de Estados Unidos había rechazado su última solicitud de indulto.

Reginal Brooks fue condenado a muerte en 1982 por la muerte de sus tres hijos de 11, 15 y 17 años, mientras dormían, cuando su mujer le acababa de solicitar el divorcio.

En su fallo rechazando el indulto, la corte de apelaciones se había negado a declarar al condenado irresponsable penalmente, al considerar que si sufría de una esquizofrenia paranoica “conservaba una comprensión racional de las razones de su ejecución”.